Cabify regresa a Barcelona
Cabify vuelve a Barcelona tras adecuar su modelo de negocio a las restricciones impuestas por la Generalitat
Cabify anuncia que mañana, jueves, regresará a Barcelona. La empresa de movilidad asegura que ha adaptado su modelo de negocio a los nuevos requisitos introducidos por la normativa sobre el sector VTC aprobada por la Generalitat, asumiendo para ello una serie de costes que no tiene el deber jurídico de soportar.
La normativa de la administración catalana, impulsada por el conseller Damià Calvet, supuso, según la propia plataforma, «la expulsión de las empresas de VTC de la Ciudad Condal» y «obligó a Cabify a paralizar su servicio». Cabify ha procurado desde ese momento definir un nuevo modelo que, ajustándose a las restricciones introducidas, «permita a los usuarios contar de nuevo con alternativas eficientes de movilidad».
No obstante, tras un paréntesis de algo más de un mes, Cabify vuelve a operar en Barcelona. Para ello, ha adaptado la contratación del servicio de movilidad que ofrece a los usuarios a través de su aplicación a los requisitos que exige la normativa catalana y operará con una flota de 300 coches.
La compañía asegura que esta decisión no implica que vean con buenos ojos la nueva normativa de la Generalitat, que obliga a una precontratación mínima de estos servicios de 15 minutos, con posibilidad de poder incrementarse, tal y como prevé llevar a cabo el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que quiere subir este tramo temporal hasta una hora.
La ley catalana que regulaba los servicios VTC, que llegó ante la amenaza del sector del taxi de paralizar el Mobile World Congress (MWC), también prohibía la geolocalización previa de estas aplicaciones y que los vehículos VTC circularan por las vías captando clientes.
Por qué Cabfy regresa a Barcelona
Cabify promete cumplir la regulación en Barcelona, pero lo hará con una argucia legal, según avanza La Información. Mariano Silveyra, responsable del negocio en España, explica que Cabify sólo cumplirá con la precontratación de 15 minutos en el primer servicio al cliente. ¿Después? Se contratarán de manera inmediata.
Este punto es vital para comprender por qué Cabify vuelve a la Ciudad Condal. Los datos de la propia plataforma demuestran que en torno al 95% de los servicios contratados se hacen de manera inmediata, por lo que el negocio de la compañía no se verá apenas afectado si su nuevo modus operandi no colisiona con el decreto ley de la Generalitat.
Otro punto claves es la flota de vehículos. Fuentes conocedoras explican a Economía Digital que Cabify utilizará los coches y licencias adquiridas por Maxi Mobility desde Prestige and Limousine, sociedad que hasta hace unas semanas era del grupo Auro, del que es propietario el ex jefe del taxi José Antonio Parrondo.
Auro es el segundo grupo de VTC de España más grande — solo le supera el fondo americano King Street — y está ligado a los exfundadores de Tuenti (Zaryn Dentzel, Hugo Arévalo y Félix Ruiz). A finales de 2017, tal y como contó este medio, la plataforma firmó un préstamo de más de 45 millones para que Parrondo y sus socios arrancaran en España.
El taxi responde
El sector del taxi ya ha reaccionado al regreso de Cabify a Barcelona. El portavoz de Élite Taxi, Alberto (Tito) Álvarez, afirma que este movimiento es una prueba más de que Cabify “manipula, miente y engaña a la opinión pública”. «Estaremos muy encima de que se cumpla la normativa, y si no, volveremos a las movilizaciones», ha avisado Álvarez.
Cabify anunció que dejaba de operar en Cataluña pero, a diferencia de su competidor, Uber, no lo hizo tras conocer que la Generalitat había decidido de manera definitiva articular una nueva regulación para los vehículos VTC, sino pocos días después.