Bruselas castiga a Apple con la mayor multa de la historia en Europa
La Comisión Europea obliga a la compañía a pagar 13.000 millones de euros a Irlanda por ayudas fiscales ilegales
La Comisión Europea ha fijado una multa histórica para Apple valorada en 13.000 millones de euros por haberse beneficiado de ayudas fiscales ilegales. La sanción, equivalente al 27% de los beneficios anuales de la compañía el año pasado, es 13 veces superior a la mayor sanción impuesta hasta ahora: 1.000 millones de euros a Intel por abuso de posición dominante.
Bruselas ha concluido la investigación que inició hace dos años por considerar que Apple tiene un tratamiento fiscal discriminatorio al que no se puede acoger el resto de empresas.
Impuestos residuales
Apple consiguió pagar un tipo efectivo del impuesto sobre sociedades del 1% sobre los beneficios generados en Europa en 2003 pero se ha beneficiado de enormes reducciones posteriores. La empresa pagó el 0,005 % en 2014 es decir, a un nivel inferior al de muchos paraísos fiscales.
La responsable de la política de Competencia, Margrethe Vestager, ha hecho pública la decisión de la Unión Europea que también señala a Irlanda como culpable del trato discriminatorio. «La investigación de la Comisión concluye que Irlanda concedió a Apple ventajas fiscales ilegales que le permitieron pagar un importe en concepto de impuestos considerablemente inferior al de otras empresas».
Los problemas fiscales de Apple trascienden a la Comisión Europea. Hacienda lleva a cabo una investigación a Apple por el presunto fraude fiscal en sus operaciones en España. Los equipos de inspección de la Agencia Tributaria analizan la actividad de las dos filiales de Apple en España, Apple Marketing Iberia SAU y Apple Retail Spain SL, en 2010, 2011 y 2012.
Los inspectores de Cristóbal Montoro tienen buena parte del trabajo avanzado y cuentan con información que demuestra que Apple mantiene una actividad comercial consolidada en España y que no trabaja con equipos reducidos de apoyo, como sostiene la multinacional para tributar sus ventas españolas en Irlanda, un viejo truco utilizado por multinacionales tecnológicas estadounidenses como Google, Amazon, Microsoft, Facebook y Yahoo!.