Bruselas aprueba la compra de Freixenet por parte de Henkell
La Comisión Europea defiende que los negocios de Henkell y Freixenet son complementarios y confirma la operación, cerrada entre las partes en marzo
La Comisión Europea (CE) aprobó este lunes la adquisición de la cavista española Freixenet por la alemana Henkell, también productora de vino espumoso, tras comprobar que no perjudicará a la competencia. El organismo indicó en un comunicado que las actividades de ambas compañías son, en buena medida, geográficamente complementarias por lo que en la mayoría de países del Área Económica Europea la transacción no afectaría a la estructura de mercado.
En otros países, donde la cuota de mercado de ambas empresas es más importante, la Comisión cree que no generará problemas de competencia por la presencia de varios competidores alternativos. A comienzos de julio, el Diario Oficial de la Unión Europea ya daba pistas de su decisión. «Tras un examen preliminar, considera que la operación podría entrar en el ámbito de aplicación del Reglamento de concentraciones”, dijo.
El pasado mes de marzo Freixenet anunció la venta del 50,7 % de sus acciones al grupo alemán Henkell, y la compañía ya diseña su estrategia con el mayor productor de cava del mundo. Las fuentes de Freixenet consultadas por Economía Digital coinciden en que confían que en agosto ya comience la llegada de los primeros ejecutivos alemanes en las bodegas de Sant Sadurní d’Anoia. Mientras, desde Henkell se muestran prudentes.
Una vez tome el mando, la compañía alemana tiene dos líneas de actuación con la cavista catalana: vender a volumen y reducir costes, especialmente en el capítulo de personal. Un portavoz de Henkell explicaba en abril a este medio que la ambición es la de “convertirse en el grupo de vino espumoso más grande del mundo y seguir creciendo”. La misma fuente destaca que se destinarán importantes esfuerzos a “preservar las raíces de la compañía, firmemente arraigada a la región del Penedès”.
El plan de Henkell en Freixenet: cava de volumen
Fuentes del sector añadían que el plan de negocio de la nueva dirección germana pasa por primar las marcas asequibles por encima del producto premium. De este modo, ahondará en el camino ya tomado por la empresa hace años. Otras voces se atreven a trazar una coincidencia con una versión light de García Carrión, el rey del cava barato.
Las ventas internacionales serán el motor del crecimiento: “Podremos capitalizar mejor las muchas oportunidades que vemos en el mercado global del vino espumoso”. “Aunque ambos operamos a nivel mundial, tenemos fortalezas en diferentes regiones que representan oportunidades de expansión para generar valor a largo plazo”, añadía.
Además de incrementar los ingresos, Henkell también quiere recortar la partida de gastos. El mismo vocero admitió que la fusión “puede incluir cambios organizativos y de personal con el tiempo”. Unas modificaciones que, aseguran, se “trabajarán y acordarán juntos de una manera calmada y equilibrada”. “Ya sea en forma de expediente de regulación de empleo o de manera escalonada, en Alemania tienen claro que hay que recortar plantilla”, explican desde el sector. Ahora mismo, 1.400 trabajadores conforman la estructura del líder del cava.