Borja Prado busca una IBEX como salida honrosa de Endesa
Enel está decidida a prescindir de Borja Prado de la presidencia de Endesa pero el directivo no renuncia a un sillón importante en el IBEX
El poder engancha, y muchos son los altos directivos que intentan atarse a la silla o buscar nuevos puestos para no dejar de estar en el candelero empresarial. Borja Prado, presidente de Endesa, está exprimiendo su agenda de contactos para recolocarse en una IBEX antes de que Enel prescinda de sus servicios. Busca una salida honrosa que a la vez le permita seguir siendo uno de los altos directivos de referencia en España. Ardua tarea.
El grupo italiano Enel, que tiene una participación mayoritaria en Endesa, parece decidido a prescindir del que ha sido su presidente desde 2010. Así lo adelantó Bloomberg hace unos días y corre como la pólvora por los despachos y restaurantes habituales entre la clase dirigente madrileña: Prado está sentenciado.
Su cargo es de los que la energética debe renovar en la próxima junta de accionistas, prevista para esta primavera, y Enel no le ha comunicado que vaya a seguir. Preguntada por este medio, Endesa ha evitado responder acerca de la continuidad de su presidente.
Borja Prado busca cambiar de IBEX pero las opciones ahora mismo son muy reducidas
Ante esta tesitura, Prado ha entendido que no va a continuar al frente de Endesa, han apuntado varias fuentes del IBEX consultadas por Economía Digital. Todas coinciden en que el directivo, de 62 años, no se va a ir a su casa ni se va a conformar con formar parte de algunos consejos de administración, en los que ya participa.
El todavía presidente de Endesa está centrando todos sus esfuerzos en encontrar otra IBEX en la que poder ocupar la presidencia, aunque sea un cargo no ejecutivo. Pero por ahora, según las fuentes consultadas, no está teniendo éxito. Si bien es cierto que hay muchos presidentes pendientes de reelección en las juntas que se celebrarán a partir de marzo, la mayoría continuarán, y Prado tiene muy pocas puertas de entrada.
El directivo es muy ambicioso, y eso perjudica sus opciones. “No busca una IBEX cualquiera, quiere que sea una de las top”, explica una fuente empresarial. Por ejemplo, Telefónica o Repsol. Los presidentes de ambas, José María Álvarez-Pallete y Antoni Brufau, están asentados y, salvo gran sorpresa, su continuidad está asegurada.
¿Borja Prado a Mediaset?
Olvidándonos de las grandes, el IBEX deja pocas opciones para Prado, siempre que no haya cambios políticos. Una opción que puede estar sobre la mesa es la de Mediaset. “Ya tiene experiencia en medios”, apunta otra fuente, en referencia a que, como presidente de Mediobanca, primer accionista de Unidad Editorial, ya hizo sus pinitos. De hecho, medió para la fusión del grupo propietario de El Mundo y Expansión con Vocento (Abc), operación que finalmente no se llevó a cabo.
Además, está bien considerado en el grupo propietario de la cadena de televisión Telecinco. Es consejero de Mediaset desde hace más de una década y, aunque hasta 2018 era consejero independiente, el año pasado el grupo controlado por Silvio Berlusconi decidió nombrarlo consejero dominical para retenerle.
El problema es que el actual presidente del grupo audiovisual, Alejandro Echevarría, pese a tener 76 años, no tiene que renovar su confianza con los accionistas este año. Ello no implica, no obstante, que no pudiera abandonar. De hecho, ya dejó a finales del año pasado la patronal de las televisiones privadas.
Otro problema, este de Prado, es que esta IBEX le quedaría pequeña, apunta otra fuente del selectivo. Pero no tiene muchas más opciones, ya que el resto de grandes cotizadas no parecen estar ante de un cambio de presidente en fechas próximas.
Con el PP sería más fácil
El horizonte a corto plazo —2019— de las IBEX dibuja un cielo nublado para Borja Prado. Pero el cielo podría abrirse si hay un cambio político. Está previsto que este viernes Pedro Sánchez comparezca tras el Consejo de Ministros para anunciar sus planes, que es muy probable que pasen por unas elecciones anticipadas, sean en primavera o en otoño.
Una posible vuelta del PP a la Moncloa podría abrir nuevas posibilidades para Borja Prado, directivo cercano al partido por ahora mayoritario en la derecha española. Hay varias cotizadas con participación pública, pero dos especialmente dos especialmente importantes: Aena y Red Eléctrica.
Como es normal tras un cambio de Gobierno, Sánchez situó a dos ex del PSOE —Maurici Lucena y Jordi Sevilla respectivamente— al frente de estas IBEX. Si el PP vuelve, renovará estos cargos sin dudarlo, y ahí es donde puede aprovechar la ocasión Prado. Su ventaja para recalar en REE es su conocimiento del sector, aunque tantos años como presidente de una eléctrica también puede comportar incompatibilidades.
El fin del idilio entre Enel y Borja Prado
Enel se ha dedicado en los últimos años a vaciar Endesa con uno de los mayores dividendos del sector en Europa. Con un pay-out del 100%, ha ido recuperando la inversión en la empresa española a base de dividendos y de quedarse con activos muy valiosos, como las renovables y negocio en Latinoamérica.
Esta política no ha sentado bien a parte de la alta dirección de Endesa. Fuentes del sector aseguran que las protestas de los sindicatos contra la descapitalización de la compañía por parte de su matriz italiana tienen detrás a algunos directivos contrarios a Enel, que están usando los sindicatos como arma arrojadiza. En Italia se han cansado de estos “líos constantes, cuando no es contra Enel es por el convenio”, y, por acción u omisión, responsabilizan a Prado.
A su vez, tampoco ha gustado que en los últimos años, viendo ya venir su final en Endesa, Prado se haya movido por Madrid buscando otra silla. Si bien es cierto que ahora lo hace con más intensidad ante las señales que le llegan de Italia, hace un par de años ya apareció en las quinielas para presidir Telefónica.
Borja Prado es un directivo con una dilatada experiencia en la gran empresa. Antes de la presidencia de Endesa, fue presidente de Mediobanca para Iberia y Latinoamérica, cargo que ocupó entre 2007 y 2014. En los 90 fue vicepresidente de UBS España, después consejero de Rotschield y, entre 1999 y 2007, vicepresidente de Lazard Asesores Financieros.