Booking se pone al día con la Generalitat
El director en Francia, España y Portugal asegura haber eliminado todos los alojamientos ilegales que plagaban la web hace escasos meses
En el 2030, la Organización Mundial de Turismo calcula que existirán 1.800 millones de viajeros internacionales, el doble que en 2010. Internet se ha convertido en una herramienta indispensable a la hora de planificar las vacaciones. Y en la red, Booking es el rey. El portal de reservas de hoteles es el líder en todos los mercados excepto en Estados Unidos y China. Carlo Olejniczak, director de la compañía en Francia, España y Portugal, desgrana a Economía Digital las claves del negocio desde la terraza del barcelonés Claris.
El sector vive revolucionado desde la fusión en el mes de setiembre entre Expedia y Orbitz por 1.200 millones de euros. «La estrategia de Priceline -la matriz de Booking- es muy diferente; crecer internamente y no a base de compras», explica el directivo galo. «Eso sí, si de aquí tres meses surge una oportunidad la estudiaremos», matiza.
La polémica tasa de paridad
En las últimas semanas, Francia y Alemania han tumbado la tasa de paridad de precios que el portal impone a los alojamientos asociados. En España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) despeja balones fuera y mira a la Comisión Europea, que trabaja una medida de alcance continental.
Algunas cadenas, pero, ya promocionan sin reparos la venta directa, sin intermediarios. Es un camino que ya inició la aerolínea alemana Lufthansa y al que ahora se ha sumado Hilton. En la última campaña publicitaria, la cadena pedía a los usuarios hacer las reservas en su página web. «Se equivocan, podemos ayudarles a traer clientes de todas partes del mundo, desde Brasil a Corea, donde también somos líderes», convence.
«Al final los empresarios lo que deben hacer tratar bien al viajero para que vuelva», advierte. Si de un canal a otro los precios difieren, «lo que hará será irse a otro establecimiento». El error es común cuando las cosas no marchan bien. Sin embargo, él también ha ejercido durante años de asesor hotelero y se pone en su piel. «Si no se cuelga el cartel de lleno, lo que se debe hacer es abrir el máximo de plataformas de reserva posibles», receta. «Cuando estás al 100%, apaga alguna, pero no las perjudiques», añade.
Nuevos alojamientos
Vinculado históricamente a los alojamientos tradicionales, Booking ha abierto el abanico. Albergues, hostales, pensiones y apartamentos turísticos se han incorporado al servicio. «Debemos diversificar al máximo nuestro catálogo», explica. Aunque les haya costado algún que otro dolor de cabeza.
En el caso de las viviendas de particulares, la tecnológica abrió el grifo sin ningún tipo de filtro. Miles de establecimientos ilegales se infiltraron entre la oferta, algo que le ha valido ya una investigación de la Generalitat Valenciana.
En Cataluña, la cosa es diferente. El pasado mes de setiembre llegó a un acuerdo con el gobierno para obligar a todos los anunciantes a añadir el número de licencia. Pero como ya denunció 02B, la oferta irregular siguió presente durante semanas en el portal. «Necesitamos tres o cuatro semanas para adaptarnos al cambio de legislación», lamenta. «Ahora ya no queda ningún apartamento ilegal en Booking», sentencia, tajante.
El futuro de Booking
Hasta ahora estaba centrada en servir al viajero antes de sus vacaciones. La puntocom quiere estar presente también cuando el usuario llegue a su destino. Por ello ha lanzado una aplicación que permite la comunicación entre él y el hotel o disfrutar de un mapa enriquecido de la ciudad sin necesidad de estar conectado a Internet -al estilo Maps 2Go-.
El objetivo es claro: «Tener una plataforma fuerte, tener una marca fuerte y seguir creciendo». En el teléfono móvil, lo hacen a un ritmo anual de tres dígitos. «Es el futuro, cada vez son más, por lo que nos obliga a pensar siempre en el smartphone», señala Olejniczak. En las tabletas, el ritmo de reservas ha desacelerado mientras que en el ordenador se ha estancado.
El patrón de compra, tiene forma de valle. O se selecciona un hotel muy pronto, o prácticamente el mismo día de entrada. «El 43% de las adquisiciones se hacen con menos de 24 horas de antelación». Y cada vez a destinos más exóticos. Mientras antes los españoles se conformaban con París o Londres, ahora ya miran con frecuencia a, por ejemplo, Sri Lanka o el centro de África.