Bonet seguirá al frente de Fira de Barcelona
Generalitat, Ayuntamiento y Cámara de Comercio de Barcelona dan continuidad al actual presidente por la dificultad de acordar un relevo
Un sillón y cuatro aspirantes. Una institución emblemática de la ciudad y tres organismos que deben pactar. Sin éxito. La Fira de Barcelona aplazó a final de 2012 la renovación de su cúpula de gobierno por la convocatoria inesperada de elecciones. Al final, los organismos que la rigen han decidido cerrar el expediente. ¿Cómo? Con continuidad. ¿Con qué objetivo? Resolver un problema de sucesión que amenazaba con enquistarse.
Esta misma semana, el jueves 31, Josep Lluís Bonet (presidente de Freixenet) será renovado en el cargo de máximo representante del consejo de administración. Se desvanecen así las expectativas inmediatas de al menos cuatro aspirantes al relevo. Se trata de Luis Conde (Seeliger y Conde), Enrique Lacalle (Barcelona Meeting Point), Enric Crous (Damm) y Carles Vilarrubí (Banca Rothschild y FC Barcelona).
Renovación de mandato
El comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Barcelona, la entidad empresarial facultada para proponer a los miembros del consejo de administración de Fira de Barcelona “entre personas de reconocido prestigio económico, empresarial y profesional”, según reza el artículo 13 de los estatutos de la feria, decidió la semana pasada renovar por dos años más a los empresarios a los que les vencía el mandato (Enrique Lacalle, Enric Crous, Josep Lluís Bonet y Nuria Basi).
De igual manera, Miquel Valls informó a su comité ejecutivo de la voluntad de incorporar al consejo de administración a Vilarrubí en la plaza que dejó el promotor inmobiliario Bruno Figueras al dimitir.
Críticas a Vilarrubí
Según ha podido saber Economía Digital, la incorporación de Vilarrubí fue criticada por dos miembros del comité ejecutivo, el hotelero Joan Gaspart y el propio Lacalle, directo competidor. Ambos pusieron en duda sus méritos empresariales. Valls acalló las críticas al recordar que ejerce como presidente de la filial española del grupo bancario suizo Rothschild, así como de las oportunidades de cooperación que puede abrir entre el Barça, del que es vicepresidente institucional, y las entidades empresariales de la ciudad.
La continuidad de Bonet fue otro de los asuntos tratado en la reunión cameral. De hecho, la imposibilidad de acordar un presidente de consenso es lo que ha llevado a Valls a optar por una opción salomónica: mantener a Bonet al frente.
Los hombres del PP pierden fuerza
Conde contaba con el apoyo personal del alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Sin embargo, el cazatalentos es rechazado por otros sectores de CiU, que lo consideran demasiado próximo a las tesis del PP. El reciente fichaje de Esperanza Aguirre como presidenta del consejo asesor de su empresa acabó de restarle posibilidades.
Tampoco Lacalle, que ha hecho de los salones Barcelona Meeting Point (BMP) y Salón Internacional de la Logística (SIL) su modus vivendi empresarial, contaba con el consenso suficiente. Rechazado por el Ejecutivo convergente por su pasado en el PP, tampoco cosechó más apoyos en su carrera a la presidencia que los de una parte de la alta dirección de Foment del Treball.
La sociovergencia de Crous y Vilarrubí
Los dos empresarios que se perfilaban como los mejor situados para relevar a Bonet aprovechando la renovación del consejo eran Crous y Vilarrubí. Ambos contaban con el visto bueno del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Crous, que fue director general de Fira de Barcelona antes de incorporarse a la cervecera y al que se le reconoce como un directivo maragallista, está bien visto por el propio aparato de la institución ferial. Le consideraban el mejor preparado técnicamente por su conocimiento profundo de la casa.
La opción Vilarrubí, que se ha incubado en los últimos meses de forma discreta, mantuvo posibilidades de prosperar hasta que se precipitaron las elecciones autonómicas. El empresario convergente preparaba su llegada a la institución como un revulsivo. Abanderaba la idea de transformar la institución y adaptarla a los retos que viven todas las ferias mundiales en un entorno de crisis y de incorporación de las nuevas tecnologías al comercio internacional.
¿Solución provisional?
La continuidad de Bonet, aunque indiscutida en público, es vista en varios sectores implicados en la institución como provisional. El empresario cavista había mostrado su interés en abandonar la responsabilidad para centrarse en los negocios familiares y después de desempeñar el cargo ocho años. Bonet, siempre vinculado al salón Alimentaria, fue designado presidente en 2004 en sustitución del malogrado Jaume Tomàs (Agrolimen).
Una parte de los consultados por este medio sospechan que Bonet no agotará el mandato e incluso intuyen que pueda dimitir cuando la situación política y económica lo aconseje. Esgrimen que su continuidad obedece sólo a la búsqueda de una solución provisional y que es fruto de las peticiones recibidas por el actual presidente en tal sentido.