Los Benetton frustran el salto de Florentino Pérez a las autopistas
ACS está dando un giro a su estrategia y vendiendo negocios para invertir en peajes, pero la apuesta se complica con la opa a Atlantia
Le toca mover a Florentino Pérez, pero el jaque mate es casi inevitable. La opa por Atlantia lanzada este jueves por la familia Benetton y Blackstone apenas deja margen de maniobra para el presidente de ACS, que parte con clara desventaja si quiere luchar por el grupo concesionario. Y no se trata solo de comprar o no Atlantia; lo que en realidad está en peligro es el giro estratégico que está dando al grupo que preside. Eso sí, aún le queda Abertis.
Edizione, holding de los Benetton, y el fondo de inversión estadounidense Blackstone presentaron al regulador su oferta por Atlantia a 23 euros por acción, lo que valora la compañía en más de 19.000 millones. Pero como los Benetton ya controlan el 33% de las compañía, con 12.750 millones ya se harían con el 100%, y con unos 10.850 llegarían al 90% fijado para que la operación sea exitosa.
ACS está trabajando con los fondos GIP y Brookfield en una oferta sobre Atlantia, que, de concretarse, sería una contraopa. Pero para tener opciones, Florentino Pérez y sus socios deberían gastarse alrededor de 20.000 millones para mejorar la oferta italiana, que ya supone una prima del 28% respecto al precio anterior a los rumores de opa.
Atlantia no cotizaba a estos precios desde antes de la pandemia y de que el gobierno italiano anunciara su intención de despojarla de las autopistas italianas por el derrumbe de Ponte Morandi, en Génova. Finalmente, el grupo perdió Aspi -por la que también se interesó ACS- el año pasado y quedó muy tocado, con el 50% de Abertis como gran activo, además de los aeropuertos, el más importante de los cuales es Roma-Fiumicino.
Parecía buen momento para asaltar Atlantia, pero los Benetton estuvieron rápidos, y más discretos que Florentino, que ahora está obligado no solo a pagar más sino a trabajar con prisas si quiere plantar batalla.
Los Benetton tendrían atado el apoyo del 25% de las acciones
Pero el precio y las prisas no son las únicas dificultades para ACS. La oferta italiana tiene altas posibilidades de éxito, y no solo por la prima. Edizione cuenta ya con el 33% de las acciones de Atlantia y, además, ha cerrado el apoyo de algunos inversores institucionales que tienen paquetes de acciones de la compañía, con los que ya superaría el 50%.
La antigua caja Cassa di Risparmio di Torino, ahora integrada en el banco italiano Unicredit, mantiene algo más del 4,5% de Atlantia, una participación histórica de la se desprenderá, pues ha llegado al compromiso de venta con los Benetton. Además, la familia de Treviso también tendría a favor a los fondos GIC (8%), HSBC (5%), Lazard (4%) y Blackrock (4%), si bien no lo ha declarado en el folleto de la opa. De producirse todos estos apoyos, sumarían ya más del 25%.
Con estas cifras, las opciones se reducen mucho para Florentino Pérez. Podría lanzar una contraopa y forzar una negociación para evitar la guerra de ofertas, como hizo hace cinco años por Abertis precisamente con Atlantia. Pero tiene la dificultad de que esta vez, los italianos no parten de cero.
Otra opción sería pactar la paz a cambio de ganar peso en Abertis, subiendo del 50% menos una acción que tiene para consolidar su resultado y mandar, lo que le daría presencia en el ansiado negocio de las autopistas. Pero tampoco parece pan comido, pues Atlantia sin el control de Abertis quedaría desnutrida y ni de lejos valdría esos 19.000 millones de euros en que la valora la opa.
La rotación de activos de ACS, en el aire
Si se frustra la operación de Atlantia para ACS, también se frustra, o al menos se frena, el giro estratégico que Florentino Pérez le estaba dando. Muchas cosas han cambiado para el grupo constructor en los últimos dos años. No solo el consejero delegado, con la salida del que fuera mano derecha del presidente del Real Madrid, Marcelino Fernández Verdes, que todavía preside Abertis.
Florentino inició lo que en el mundo de los negocios se denomina una rotación de activos. A menudo se usa como eufemismo para referirse a venta de negocios o filiales en otros países, sin que luego se invierta en comprar otras empresas. Sin embargo, la intención de ACS sí que era reinvertirlo para reenfocarse en el negocio concesional.
Hace un año, la constructora firmó la venta de una de sus joyas de la corona, su división industrial, Cobra, al grupo francés Vinci por 4.900 millones de euros. Toda una declaración de intenciones de la rotación que persigue Florentino.
Antes, en 2020, había vendido el 50% de la minera Thiess, que controlaba con su filial australiana Cimic, por 1.380 millones de euros, y la filial aeroportuaria de Dragados, SPL, por 720 millones de euros. Actualmente, ACS explora la venta de su filial de energías renovables Zero-E, por la que podría embolsarse 1.000 millones.
Todos estos movimientos tenían el objetivo de terminar invirtiendo en autopistas. Con la puerta de Atlantia casi cerrada con llave y Abertis con un interrogante, parece que Florentino tendrá que buscar alternativas. Si sigue apostando por el negocio de los peajes, puede que tenga que vérselas con su participada, líder europeo del sector.