BCN negocia dar entrada a una empresa de Madrid en el negocio funerario
Cementerios de Barcelona ultima un acuerdo con Interfunerarias que bordea la ordenanza municipal
Interfunerarias y Cementerios de Barcelona ultiman un acuerdo por el cual la empresa madrileña podría operar en el mercado barcelonés y salvar la ordenanza municipal de servicios funerarios, en una operación que fuentes del sector consideran “competencia desleal” con los operadores locales.
Las negociaciones comenzaron hace unos meses y pasan por facilitar a Interfunerarias el acceso a las instalaciones de los propios cementerios barceloneses para llevar a cabo su actividad, sin necesidad de construir un tanatorio, tal y como es preceptivo en la ordenanza municipal.
Las conversaciones se encuentran avanzadas, según ha podido conocer Economía Digital de fuentes próximas a la compañía madrileña, que sin embargo ha negado la existencia de dicha operación a través de su portavoz oficial.
Licencia en Sant Adrià
El acuerdo pasaría porque Interfunerarias se hiciese con una licencia de operador en la localidad de Sant Adrià del Besòs, cuyas normativas legales son más laxas y no obligan a disponer de un tanatorio habilitado para desarrollar actividades funerarias.
A su vez, Cementiris de Barcelona pondría a disposición de la firma algunas de sus infraestructuras (crematorios, salas para tratamiento de cadáveres…) e incluso habilitaría alguna sala de vela en las instalaciones de enterramiento. Mediante esta artimaña, el nuevo operador podría eludir de forma parcial la normativa barcelonesa, más rígida. A su vez, Cementiris de Barcelona, de propiedad municipal y dirigida por Jordi Valmaña, obtendría recursos adicionales.
Polémica en Madrid
“No es la primera vez que esta empresa busca un subterfugio de estas características”, explica el directivo de una firma que compite con Interfunerarias en su propio mercado principal: Madrid y Ávila (también ejerce la actividad en Cantabria y en la Costa del Sol). De hecho, la compañía ya tuvo un incidente judicial en el tanatorio del Parque de San Isidro, que a finales de 2007 fue declarado ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Fuentes del sector consideran que la incorporación de un nuevo operador al mercado barcelonés constituye un acto de “competencia desleal”. Medios municipales consultados recordaron, no obstante, que el mercado está liberalizado en España, y negaron que ninguna empresa hubiera solicitado la licencia para operar en la Ciudad Condal.
La competencia local
En Barcelona coexisten dos operadores: Serveis Funeraris Integrals y Mémora. La primera nace de la suma de diferentes funerarias locales y ejerce su actividad en varios municipios del área metropolitana. En la capital catalana gestiona el tanatorio de la Ronda de Dalt. Mémora, por su parte, es la compañía gestora de los tanatorios barceloneses de Sancho de Ávila, Les Corts, Sant Gervasi y Collserola entre otros. Se da la circunstancia de que esta compañía está participada por el Ayuntamiento de Barcelona, que aún conserva un 15% de su capital tras la última privatización.