BC Partners endeuda Pronovias para ganarse 195 millones
La sociedad española de Pronovias firma un crédito con UBS el mismo día que reparte un ‘megadividendo’ a su propietario
Cuando BC Partners tomó las riendas de Pronovias en 2017, el grupo apenas sumaba deuda. La empresa de vestidos de novia fundada por Alberto Palatchi cambió de manos hace dos años y dio un viraje a su estrategia: firmó acuerdos con la banca con tal de financiar su expansión internacional y facilitar que su flamante dueño rentabilizara antes la operación. Hoy, el conglomerado está en pérdidas y su sociedad española lleva la mochila cargada con 155 millones de euros para pagar a su accionista.
BC Partners aprovechó el pasado ejercicio para transmitir el pasivo a su sociedad española. El grupo ya había pedido varios créditos en el otoño de 2017, pero en agosto del año pasado transmitió la parte principal del pasivo: un crédito sindicado de 154 millones de euros firmado con UBS y apoyado por Banco Santander y Société Génerale con vencimiento para octubre de 2024.
Sin embargo, no fue la única operación que el fondo realizó ese mismo 24 de agosto. En paralelo aprobó el cobro de un dividendo de 141 millones de euros procedente de las reservas de la firma de Pronovias en España. Antes, el 29 de enero ya había extraído otros 13 millones de euros para sumar 154 millones; la misma cifra que el préstamo sellado.
Para cerrar el ejercicio, BC Partners también se cobró un dividendo extraordinario de 41 millones el 18 de diciembre procedente de las reservas. En total, 195 millones de euros a lo largo de un ejercicio.
A los 195 millones que se embolsó BC Partners hay que sumar los casi 140 que extrajo Palatchi el año anterior
Ante el fervor accionista por obtener liquidez, Pronovias tuvo que pedir más crédito a la banca. En junio solicitó 10 millones de euros a Banc Sabadell en un préstamo que vence en 2021 mientras que en octubre firmó dos préstamos con UBS por un valor conjunto de 13 millones de euros que vencieron esta misma primavera.
Pero la firma de moda nupcial ya vivió un 2017 agitado en el pago a su propietario. Antes de desprenderse de la empresa, Alberto Palatchi aprobó en cinco ocasiones el cobro de dividendo entre el 17 de febrero y el 25 de septiembre, un mes antes del cierre de la transacción. Así, sacó 136,8 millones de euros durante su último ejercicio al frente de la compañía.
El primer pago extraordinario se realizó en el mes de febrero y alcanzó los 30 millones de euros. Dos semanas después de que la venta diera el salto a la prensa, el empresario aceleró y entre el 28 y el 29 de mayo se embolsó 66,45 millones de euros repartidos en dos dividendos diferentes. El cobro se completó antes de octubre con un pago de 13 millones el 27 de junio y otro dividendo de 24,43 millones de euros el 25 de septiembre.
Pronovias no gana dinero
Aunque parezca mentira por el apetito de sus accionistas, Pronovias es un conglomerado que pierde dinero. Según las cuentas de su matriz luxemburguesa, el grupo que controla BC Partners perdió 9,2 millones de euros el pasado 2018. El ebitda, eso sí, fue de 5,8 millones de euros, pero los gastos financieros dejaron el resultado final en números rojos. Las ventas globales se quedaron en 156,4 millones frente a los 164 millones en los que se movía en 2016.
Según informó Modaes en su momento, Moody’s celebró el año pasado la buena posición de mercados de la marca gracias al «reconocimiento de marca» del que goza. No obstante, advirtió del tamaño «modesto» de la compañía y del pequeño nicho de mercado al que se dirige en un momento en el que cae el número de matrimonios.
Alberto Palatchi puso en el mercado a finales de 2016 la empresa que él mismo fundó en 1964. Inicialmente, el hasta hace un año máximo accionista de la firma pretendía buscar un socio financiero para crecer en Estados Unidos. Para ello mostró su disposición a desprenderse del 30% del capital. Sin embargo, la operación, gestionada por el banco de inversión JP Morgan, fue por otros derroteros.
Pronovias cuenta a día de hoy con alrededor de 3.800 puntos de venta en todo el mundo, aunque sólo 45 de ellos son tiendas propias. El cuartel general de la compañía está en El Prat de Llobregat (Barcelona) y su origen se remonta a los años 20 del siglo pasado, cuando la familia abrió su primera tienda de moda nupcial en el centro de Barcelona.