BBVA quiere cerrar la opa de Garanti en marzo pese al impacto de la guerra en Turquía
El banco explica que la exposición directa a Ucrania y Rusia “es limitada”, pero el conflicto puede afectar negativamente al negocio y los resultados, pese a ello seguirá adelante con las operaciones anunciadas
BBVA reconoce que la guerra entre Rusia y Ucrania podría experimentar “impactos negativos” en sus negocios, situación financiera y resultados de operaciones, pero no parará sus planes, que pasan por cerrar la opa de Garanti antes de que acabe el primer trimestre de 2022, es decir, este mes de marzo.
“Las autorizaciones regulatorias siguen su cauce y tiempos habituales”, explican desde el banco, que actualmente posee una participación del 49,85% en Garanti, su filial turca y prevé hacerse con el 50,15% restante del capital social, tal y como anunció en noviembre de 2021.
La oferta pública de adquisición (opa) se lanzó a un precio de 12,20 liras turcas por acción, lo que suponía pagar un máximo de 25.697 millones de liras turcas (unos 2.249 millones de euros) una vez fuera aceptada por los accionistas. Pero desde entonces la moneda turca ha caído más del 20%, por lo que el precio a pagar será aún más bajo.
De hecho, el propio consejero delegado de BBVA, Onur Genç, reconoció recientemente que la devaluación de la lira turca animó al banco a ampliar su posición en Garanti, donde ya llevan más de 10 años, y les beneficiaría en el precio final de la compra. La volatilidad de la lira turca ha tenido que ver con los cambios en la política monearía del país de Tayyip Erdogan, pero no con la guerra.
Respecto al conflicto, el banco ha dado un poco de contexto ante la SEC, el equivalente a la CNMV española en Estados Unidos, donde el banco acaba de presentar el informe anual, correspondiente a 2021. En este informe, asegura que la economía mundial se enfrenta a «varios desafíos excepcionales».
“La invasión de Rusia a Ucrania, el mayor ataque militar contra un estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial, podría provocar una perturbación, inestabilidad y volatilidad significativas en los mercados mundiales, así como una mayor inflación (incluso contribuir a nuevos aumentos en los precios de la energía, el petróleo y otros productos básicos y perturbar aún más las cadenas de suministro) y un crecimiento menor o negativo”, apunta el banco.
La Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y otros gobiernos han impuesto importantes sanciones y controles de exportación contra Rusia y los intereses rusos, amenazado con sanciones y controles adicionales. El impacto de estas medidas, así como las posibles respuestas a ellas por parte de Rusia, “se desconoce actualmente”.
Y si bien, la exposición directa de BBVA a Ucrania y Rusia “es limitada”, podrían afectar de manera significativa y adversa el negocio, la situación financiera y los resultados de las operaciones del grupo, insisten. El banco que preside Carlos Torres no tiene oficinas físicas en ninguno de estos dos países, pero la cercanía con Turquía si ha generado un importante flujo comercial en los últimos años.
Además del comercio, los rusos y ucranianos constituyen una parte importante de los ingresos del turismo de Turquía. Por lo que el país otomano sufrirá los efectos económicos de la guerra como cualquier otro país. En este sentido, el informe de BBVA explica que hay varios factores en curso que podrían “deprimir la valoración de los activos del grupo o conducir al deterioro de dichos activos”.
En concreto, la crisis del Covid-19, el aumento de las tensiones comerciales y geopolíticas (incluido el conflicto armado en Ucrania), el Brexit, el aumento de las tendencias populistas en varios países europeos y los posibles cambios en las políticas económicas de EEUU. “Cualquiera de los cuales podría aumentar la volatilidad financiera global y conducir a la reasignación de activos».
Y todas estas tensiones pueden dar lugar, entre otros, a una desglobalización de la economía mundial, un aumento del proteccionismo o de las barreras a la inmigración, una reducción general del comercio internacional de bienes y servicios, y una reducción de la integración de los mercados financieros, cualquiera de los cuales podría afectar negativamente a BBVA.
Y en este contexto, BBVA Research prevé que la recuperación de la economía global continúe en los próximos meses, aunque a un ritmo ligeramente inferior al esperado en otoño de 2021. Los riesgos para este nuevo escenario económico incluyen una inflación más persistente, turbulencias financieras provocadas por la retirada de los estímulos monetarios, la aparición de nuevas variantes del coronavirus, una desaceleración más aguda de la economía china, así como tensiones sociales y geopolíticas, incluido el conflicto armado en Ucrania. Ante estas circunstancias reduce el crecimiento de la Eurozona desde un 5,1% hasta un 3,7% en 2022.