BBVA cerrará 480 oficinas en cuatro oleadas entre julio y noviembre
Un 74% de las salidas del ERE corresponden al personal de la red de sucursales
El personal de la red de oficinas de BBVA será el mayor damnificado del ERE que el banco ha cerrado esta semana con los sindicatos. En concreto, un 74% de las salidas se concentran aquí, si bien, esta reestructuración también contempla el cierre de 480 sucursales entre julio y septiembre.
El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ya justificó que la adopción de los canales digitales por parte de los clientes había provocado que el número de transacciones en las oficinas de la entidad hubieran caído a la mitad en dos años.
Y al tiempo, las transacciones por canales remotos se habían multiplicado por dos. En este sentido, también explicaba que los costes virtuales “son una décima parte de los físicos”. BBVA ya había echado el cierre a 160 oficinas durante 2020 y a otras 200 en 2019.
Aunque en esos casos también fue acompañado de bajas incentivadas, no se aplicó ningún despido colectivo, por eso el ERE se ha centrado principalmente en este personal. Así, de las 2.935 bajas previstas, solo 26% se concentra en otras áreas del banco.
En concreto saldrán 350 empleados del centro corporativo, 254 de los servicios centrales de BBVA España y otras 154 personas de las estructuras intermedias.
BBVA ya ha abierto la solicitud de adscripción voluntaria para aquellos trabajadores que quieran salir del banco con las condiciones pactadas. Entre el 10 y el 30 de junio, podrán formular su petición los trabajadores de servicios centrales, estructuras intermedias y centros corporativos.
Los trabajadores de la red de oficinas disponen desde el 10 de junio y hasta el 12 de julio para solicitar al banco su deseo de salir. Y solo unos días después, el 18 de julio empieza la primera oleada de cierres que irá acompañada de la primera tanda de salidas.
Habrá tres más, en septiembre, octubre y noviembre, en función de las oficinas que se cierren en esas fechas, aunque según explican fuentes sindicales el grosso estará en las primeras, dejando la última para aquellas personas que por motivos organizativos no hayan podido dejar su empleo antes.
Asimismo, la fecha orientativa prevista para extinguir los contratos de trabajo de servicios centrales, estructuras intermedias y centros corporativas es el 31 de julio. Pese a lo acordado, el plazo de ejecución del ERE se extenderá hasta el 31 de marzo de 2022, es decir, que hasta esa fecha puede seguir saliendo gente del banco.
En este tiempo, el banco reubicará a 523 personas en el Coustumer Support Experience (CSE), un servicio de atención al cliente en remoto que se encarga de resolver las dudas a los clientes por teléfono, email o los canales de banca online. Actualmente, trabajan en este departamento unas 200 personas, es decir, que al sumar los reubicados multiplicarán por más de tres la plantilla.
Asimimo, el acuerdo del ERE incluye un plan de recolocación a través de la agencia de empleo Randstad, que se extenderá durante un período de un año, ampliable hasta 30 meses (frente a los 6 meses exigidos por ley). El objetivo del programa es recolocar con contratos de trabajo indefinidos o mediante autoempleo al 100% de los afectados que quieran seguir trabajando y se adhieran al plan.
La entidad estima que el coste del plan será de 960 millones de euros antes de impuestos, de los que 720 millones corresponden a las desvinculaciones de la plantilla y 240 millones al cierre de oficinas. Este aparecerá registrado en las cuentas del segundo trimestre de 2021 y tendrá un impacto negativo en el ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ de unos 28 puntos básicos.
El banco que preside Carlos Torres calcula que estos ajustes generarán unos ahorros estimados de aproximadamente 250 millones de euros anuales antes de impuestos a partir de 2022, de los que unos 220 millones corresponden a gastos de personal. En 2021 los ahorros estimados serán de aproximadamente 65 millones de euros antes de impuestos.