Batalla patronal en Catalunya: Pimec, 1 – Fepime, 0
El TSJC deniega a la filial de Foment la ejecución de una sentencia que les otorgaba representatividad institucional
La disputa que mantienen las patronales de pequeñas y medianas empresas catalanas por delimitar qué representatividad institucional corresponde a cada una sigue viva y lejos de atenuarse. El último episodio de esta batalla es el revés que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha dado a las pretensiones de Fepime para que se ejecute una sentencia de mayo pasado. La misma instancia judicial le reconocía capacidad para representar institucionalmente a ese colectivo.
Los hechos se remontan a la primera reclamación judicial formulada por la confederación empresarial que preside Eusebi Cima. En la misma se solicitaba que Fepime fuera reconocida como entidad empresarial más representativa, condición histórica que hoy sólo poseen Foment del Treball (la cúpula empresarial en la que se inscribe Fepime) y Pimec.
La justicia falló a favor de Fepime con el argumento, entre otros, del silencio de la Generalitat de Catalunya, la institución pública que tiene la facultad de reconocer esa condición a los agentes sociales. Pero, inmediatamente, tanto la Generalitat como Pimec presentaron un recurso de casación ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC en la que, además de oponerse al fallo del tribunal, solicitaban la paralización de la sentencia.
Bloqueo temporal
El auto emitido por esa misma instancia judicial el pasado 22 de septiembre y notificado a las partes en las últimas horas señala que “no ha lugar a la ejecución provisional” del fallo judicial de mayo.
La patronal Pimec que preside Josep González ha conseguido un respaldo momentaneo a sus tesis y bloquea que Fepime (que se constituyó bajo la presidencia de Juan Rosell para facilitar una fusión con Pimec) se sitúe en condiciones de igualdad ante todos los órganos administrativos en los que la representación de los empresarios catalanes figura.
La pugna entre ambas organizaciones ha ido en aumento desde que Foment del Treball rompió los preacuerdos de fusión que había apalabrado con Pimec. Tanto Fepime como Foment se quejan de que desde la llegada al Gobierno de Artur Mas y su equipo, la Generalitat mantiene mejores relaciones o un trato de favor con Pimec. De ahí que la nueva presidencia de la gran patronal catalana busque equilibrar esa situación con una aproximación más directa al partido que lidera el nuevo Ejecutivo que la mantenida en su día por el actual presidente de la CEOE, Juan Rosell.