Barceló mantiene tres causas abiertas en la Audiencia Nacional por el pago de impuestos
En un año marcado por la crisis del turismo, la compañía sigue pendiente de que la justicia resuelva varios contenciosos que mantiene con la administración
Por si fuera poco trabajo de las hoteleras encontrar la fórmula para capear el temporal del coronavirus, a Barceló se le acumulan los frentes abiertos. La compañía española, que encara un final de 2020 clave por la crisis del coronavirus y espera un 2021 incierto, mantiene todavía hasta tres contenciosos por resolver ante la Audiencia Nacional por el pago de impuestos.
Así lo señala la propia compañía en la documentación remitida en la última semana a inversores, en la que se adjunta las últimas cuentas consolidadas de 2019. Barceló afirma que son hasta cinco las causas que la justicia debe resolver por el pago declarado sobre beneficios y por el IVA durante ejercicios anteriores.
Hasta el momento, los tribunales han ido resolviendo distintas inspecciones que Hacienda levantó años atrás, algunas con resultado favorable para la hotelera.
No obstante, el trabajo se acumula. A las tres resoluciones del alto tribunal español se unen otras dos pendientes por parte del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) y del Tribunal Económico-Administrativo Regional (TEAR) en materia de IVA.
Muchos de estos frentes son antiguos y se están resolviendo ahora. La compañía explica que uno de las últimas sentencias llegó en marzo del pasado año, cuando la Audiencia Nacional estimó la anulación de la liquidación tributaria que el fisco realizó a la hotelera por el pago de impuesto de sociedades en 2006.
Ante todo, Barceló explica que pese a estar a la espera de la votación y fallo de algunas de estas sentencias, la compañía ya abonó en su día tanto la cuota como la sanción y los intereses derivados de las actas de Hacienda. Dicho de otro modo: la compañía, en todo caso, recuperaría el dinero si la resolución es favorable.
El año del coronavirus para Barceló
Barceló espera las resoluciones judiciales en un momento en el que encara los próximos meses con el viento en contra por el coronavirus, que ha hundido la actividad del sector turístico este año y ha empañado las perspectivas para el próximo ejercicio.
La crisis sanitaria, al igual que al resto de hoteleras, llevó a la compañía durante la primera ola a cerrar todos los hoteles del grupo Barceló, a excepción de 14 establecimientos, sumando todos los que la compañía tiene en todo el mundo.
Ahora, con sus previsiones imposibles de cumplir para 2020 (un ebitda de 400 millones de euros y un beneficio neto de 200 millones de euros), la compañía afronta un 2021 lleno de incertidumbre. Es por eso que ya renegocia partidas de gastos tan importantes como los alquileres, por las que solo en el próximo ejercicio debe abonar 93 millones de euros por arrendamientos (280 millones entre 2020 y 2023).
De momento, la hotelera ya ha procedido a reforzar su caja a través de nueva financiación, con préstamos que suman 800 millones de euros.
Barceló también ha querido adecuar su estructura operativa, por lo que ha llevado a cabo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para su plantilla, aunque en su documentación a inversores no concreta cuántos de los 8.800 trabajadores de España siguen en esa situación.