Bankia se desprende de 3.070 millones de euros de activos tóxicos
Bankia llega a un acuerdo con dos filiales del fondo Lone Star para traspasar activos inmobiliarios y créditos hipotecarios de dudoso cobro
Bankia alcanzó un acuerdo para desprenderse de su mayor cartera de activos tóxicos. La entidad acuerda con dos filiales del fondo Lone Star XI la constitución de una sociedad a la que traspasará activos inmobiliarios y créditos hipotecarios de dudoso cobro por valor de 3.070 millones de euros.
La cartera de activos inmobiliarios tiene un valor bruto contable aproximado de 1.650 millones de euros. En concreto son 1.480 millones de euros en activos inmobiliarios adjudicados y 170 millones en inmuebles en alquiler.
Por otra parte, la cartera de créditos hipotecarios de dudoso cobro está valorada en 1.420 millones de euros, según informa Bankia a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).El banco no ha comunicado el precio de la venta. El banco no ha comunicado el precio de la venta, para la que se barajaban quitas considerables.
«Una vez cumplidas las condiciones a las que está sujeta la operación, que está previsto que se cierre en el segundo trimestre de 2019, se procederá a la baja de dichos activos en balance», explica Bankia en el hecho relevante.
Ahorro de 200 millones
Los activos inmobiliarios se aportarán a dos sociedades, y una filial de Lone Star comprará el 80% de sus acciones, mientras que el 20% restante serán propiedad de Bankia. Por su parte, los créditos hipotecarios de dudoso cobro han sido vendidos por Bankia a un vehículo controlado al 100% por Lone Star.
Bankia estima que esta transacción le generará unos ahorros de costes superiores a los 200 millones de euros antes de impuestos durante los tres años siguientes al cierre de la misma.
La operación tendrá un impacto negativo en la cuenta de resultados de Bankia para este año, ya que tendrá que realizar unas provisiones de aproximadamente 85 millones de euros.
Además, con la venta Bankia concluirá 2018 con activos problemáticos vendidos por valor de más de 6.000 millones, casi duplicando el objetivo anual de alcanzar los 2.900 millones. Esto supone adelantar un año el calendario previsto en el Plan Estratégico 2018-2020.
El plan contempla tiene la finalidad de totalizar una bajada de 8.800 millones en el periodo. Con ello, a la conclusión del ejercicio 2020 los activos improductivos se situarían en 8.400 millones de euros. De esta forma, la ratio de activos problemáticos quedará por debajo del 6% (frente al 12,5% en 2017) en bruto.
Privatización en el aire
Mientras que Bankia se desprende de sus activos tóxicos, el Gobierno de Pedro Sánchez no descarta ampliar el plazo límite para privatizar la entidad. La fecha límite de la venta del 60,63% por parte del Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria (FROB) está fijada en diciembre de 2019.
Sin embargo, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, reconoció que el Ejecutivo considerará la opción de extender el plazo con el fin de eliminar la presión sobre el precio de las acciones. Así, el Gobierno podría recuperar el máximo dinero posible del rescate de 22.000 millones de euros.
Por su parte, Goirigolzarri, también incurre en que «no parece el momento más adecuado para la privatización de Bankia». Es decir, coincide con Sánchez que también pospuso la venta de la entidad alegando el mismo motivo