Bancos y eléctricas a contrarreloj para cumplir con el segundo pago de los nuevos impuestos temporales
El plazo para presentar autoliquidación vence el 20 de septiembre bajo estricta supervisión de la CNMC
Las entidades bancarias y las energéticas se preparan para el segundo desembolso de gravámenes temporales, establecido por el Gobierno, que está programado para iniciar el 1 de septiembre. En el marco de esta obligación tributaria, las entidades bancarias y las empresas energéticas tienen hasta el 20 de septiembre para presentar la autoliquidación de estos nuevos tributos, de acuerdo con el calendario del contribuyente y en consonancia con lo establecido en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) supervisará meticulosamente el cumplimiento de estas obligaciones tributarias por parte de los sectores bancario y energético. En caso de incumplimiento, se enfrentarán a la imposición de multas económicas sustanciales, que pueden llegar al 150% del importe repercutido.
Es importante recordar que las entidades financieras que cerraron el ejercicio fiscal de 2019, con un margen de intereses y comisiones netas que superaron los 800 millones de euros, deben cumplir con el pago equivalente al 4,8% de los ingresos generados por estos conceptos.
En cuanto a las empresas energéticas, aquellas que registraron una cifra de negocios superior a 1.000 millones de euros en el año 2019 están obligadas a pagar el nuevo tributo, calculado en un 1,2% de su cifra de negocios.
De febrero a septiembre
Este segundo pago, que abarca desde el 1 hasta el 20 de septiembre, representa la continuación del proceso tributario que comenzó en febrero, cuando las empresas realizaron el primer desembolso equivalente al 50% de la prestación anual.
En un principio, el Gobierno tenía como objetivo recaudar 3.500 millones de euros al año a través de estos impuestos, con 2.000 millones provenientes de las empresas energéticas y 1.500 millones de la banca. Sin embargo, esta estimación se redujo finalmente a 3.000 millones.
Con el pago de septiembre, el Ministerio de Hacienda aspira a alcanzar, al menos, el 97% de su objetivo revisado. El primer desembolso de febrero totalizó 1.454,5 millones de euros, y si se repite en septiembre, la cifra final se acercaría a los 2.910 millones, quedando a tan solo 90 millones de la meta establecida.
Es importante destacar que en febrero, el sector bancario anticipó 637,1 millones de euros, mientras que las empresas energéticas afrontaron un desembolso de 817,4 millones de euros.
A pesar de que la mayoría de las empresas cumplieron con los pagos en febrero, una serie de compañías optaron por impugnar legalmente estos nuevos tributos, alegando que son «discriminatorios e injustificados». Tanto la Asociación Española de Banca (AEB) como la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) presentaron recursos ante la Audiencia Nacional, cuestionando la orden ministerial que regula los modelos de pago del impuesto bancario. Por su parte, la Asociación Española de Empresas de Energía (Aelec), que representa a compañías como Iberdrola y Endesa, también impugnó los modelos de pago para el sector energético.
Ambas organizaciones consideran que tienen bases jurídicas sólidas para prevalecer en los tribunales, pero aconsejaron a sus miembros cumplir con los pagos anticipados como precaución ante posibles fallos judiciales desfavorables.