Santander y BBVA piden cautela con la reforma del euríbor y los tipos
Los bancos envían sendos comunicados a la CNMV en los que explican sus incertidumbres en torno a la transición hacia unos nuevos índices
La crisis del coronavirus ha recuperado el debate en torno a los tipos de interés. Con el euríbor, tipo de referencia de la mayoría de hipotecas en España, renovado desde enero y habiendo registrado subidas durante los meses del estado de alarma -solo en junio volvió a caer hasta el -0,147%, entidades como Banco Santander o BBVA han advertido de las consecuencias que podria acarraearles una nueva reforma de los índices.
«El grupo podría no gestionar de forma efectiva los riesgos derivados de reemplazar los índices de referencia del mercado», explica la entidad que dirige Ana Botín en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Una postura similar a la de BBVA, que asegura estar «comprometido» con una transición «ordenada de los tipos de referencia» y «mitigar los riesgos» derivados de la misma. No obstante, el banco dirigido por Carlos Torres asegura que aún existen «numerosas incertidumbres» en torno a cómo será esa transición hacia unos tipos reformados.
Solo en España, el euríbor sirve de referencia para un volumen de 400.000 millones de euros en préstamos hipotecarios. Durante los meses de pandemia registró tres incrementos consecutivos -0.266% en marzo; -0,108% en abril y -0,881% en mayo. Los cálculos hacían presagiar que una nueva subida terminaría por situarse por encima del -0,190% del porcentaje registrado en junio de 2019, lo que hubiera permitido a las entidades mayores ingresos por intereses para aquellos que revisaran sus créditos el pasado mes.
«Estas reformas pueden ocasionar que los índices de referencia se comporten de forma diferente a como lo hacían en el pasado», prevé BBVA, que apunta que aunque estos desaparezcan, «no podemos anticipar plenamente otras consecuencias».
Riesgo de aluvión de litigios por el euríbor
Ambas entidades también advierten sobre uno de los principales riesgos «de conducta derivados» de las reformas, la avalancha de litigios. La modificación del euríbor realizada en enero incluye por primera vez operaciones reales y no solo criterios técnicos de los expertos, por lo que otorga a los clientes una mayor capacidad para emitir comunicaciones hacia sus bancos.
Es por ello que tanto BBVA como el Santander señalan que podría producirse un aluvión de reclamaciones tras la implementación de más reformas y provocará retrasos en los plazos.
Precisamente, otro de los criterios que destacan ambos bancos en sus comunicados tiene que ver con los aplazamientos que se producirán en la transición a los nuevos índices de referencia, lo que dejaría además otro atasco burocrático. Quedan por tanto algo menos de dos años -la última modificación se hará en junio de 2022- que deja a los bancos sumidos en la incertidumbre durante los dos próximos ejercicios.