La banca pone en vigilancia a los proveedores pequeños del automóvil por el fin de la combustión
Roland Berger y Lazard aseguran que cualquier "refinanciación inmediata” será “un desafío” para los proveedores
Los proveedores de la automoción causan importantes recelos a los departamentos de riesgo de la banca española. La crisis del Covid en 2020 encadenada con la falta de chips a partir de 2021 y la crisis energética tras la guerra de Ucrania en 2022 ha llevado al sector de proveedores a encender las alarmas del sector financiero.
“El tier 2 y tier 3 dentro de la industria auxiliar y especialmente de componentes tradicionales (metalurgia, componentes eléctricos básicos) probablemente tenga mayores dificultades. Igualmente afectado estará el retail, ya que probablemente la venta se realice directamente por la firma de automoción, o de tal modo que se reduzca el margen para esta actividad”, se advierte desde un informe de la banca española al que ha tenido acceso Economía Digital, donde se diferencia a los proveedores de las grandes marcas de la automoción, ya que el segmento de fabricantes de vehículos sí tienen buenos resultados actualmente.
Dicho de otra forma, y según explica un alto directivo a este periódico, las operaciones de grandes inversiones en las factorías desplegadas por el territorio español despiertan interés en la banca, pero desde el departamento de riesgos se pone una vigilancia especial cuando la financiación es para proveedores de la automoción o para concesionarios.
Según han recogido en un informe, los factores de éxito para este tipo de empresas es lograr economías de escala, tener presencia global, capacidad de innovación tecnológica, pocos activos obsoletos relacionados con vehículos de combustión y asegurarse el acceso a materias primas y componentes tecnológicos.
Dentro de los concesionarios, además se valora la capacidad de adaptación a nuevas tecnologías de telepresencia, exposición e información online, realidad virtual, logística de pruebas de conducción con el cliente; tener marcas de segmentos altos de mercado y vehículos de lujo que permitan un mayor margen en las ventas; y tener mayor tamaño y capacidad multimarca.
Con respecto al negocio de retail, las grandes amenazas identificadas por la banca son un mayor peso del alquiler de flotas y del coche por suscripción frente al negocio tradicional de los concesionarios.
La refinanciación de deuda se complica
El último informe publicado conjuntamente por Roland Berger y Lazard titulado “Global Automotive Supplier Study 2022” certifica la posición de vigilancia que tiene la banca española sobre el sector de los proveedores de la automoción. “Dado que los bancos centrales tradicionalmente luchan contra el aumento de la inflación elevando las tasas de interés, esto hará que la refinanciación de los proveedores de automóviles sea más costosa que en años anteriores con tasas de interés cercanas a cero”, apuntan.
De hecho, aseguran: “Según nuestro estudio, no esperamos que este clima crediticio cambie en los próximos 12 a 18 meses, lo que hace que cualquier posibilidad de refinanciación inmediata sea un desafío”.
La opinión de Roland Berger y Lazard se fundamenta en que desde la irrupción de la pandemia del coronavirus, “la industria automotriz está entrando en el tercer año consecutivo de crisis con una carga financiera superior al promedio, especialmente para los proveedores automotrices tradicionales”.
Por ello, advierten: “Teniendo en cuenta la inflación real, también será mucho más difícil refinanciar a los proveedores de automóviles. Los bancos centrales están luchando contra la inflación aumentando las tasas de interés, lo que encarece el capital en un momento en el que más se necesita para financiar el cambio tecnológico”.