La banca teme una nueva oleada populista del Gobierno tras los resultados del primer trimestre
Bankinter, primera entidad en presentar las cuentas a 31 de marzo, ganó un 20% pese al impuesto a la banca, y se espera que esta bonanza no sea exclusiva de Dancausa
Como es ya tradición, Bankinter inauguró las presentaciones de resultados de la banca y lo hizo mostrando mucha fortaleza: ganó casi un 20% más hasta marzo pese a repercutir el impuesto extraordinario del Gobierno en el primer trimestre, como era imperativo. El resto de entidades aún no han presentado resultados, pero el sector da por descontado que las cifras serán moderadamente positivas –pues el impuesto restará-, por lo que saben que volverán a estar en el ojo del huracán político, más teniendo en cuenta la inminente campaña a las elecciones municipales y autonómicas del 28M.
El banco que dirige María Dolores Dancausa ganó entre enero y marzo 185 millones gracias a que el margen de intereses se disparó un 63% y el margen neto, un 23%. Así, ni el impuesto a la banca que tanto ha criticado la consejera delegada de Bankinter pudo con la mejora en este primer trimestre del año pese a que le supuso restar 77 millones a su beneficio.
Dancausa no es la única que lo ha criticado, sino que los primeros ejecutivos de todos los bancos españoles lo han hecho, con calificativos como “injustificado”, “injusto” y “confiscatorio”. Todos también lo han recurrido ante la justicia, proceso que se acaba de abrir y que no les ha salvado del pago en el primero de los dos años para los que está previsto.
Una de las opiniones generalizadas en el sector sobre el gravamen es que es populista, pues existe la sensación que Pedro Sánchez lo llevó a cabo para satisfacer a sus socios de Unidas Podemos, a los que un día da una de cal y al día siguiente, una de arena, según han dicho de forma privada y en alguna ocasión hasta públicamente. También creen que se les ha usado de cabeza de turco ante la ciudadanía en un momento de crisis por la subida de los precios y la energía, aludiendo a unos beneficios extraordinarios que el sector niega que existan.
Por ello, algunos directivos del sector están temerosos por lo que creen que pasará en las próximas semanas: una nueva oleada populista del Gobierno. No todos los bancos mejorarán resultados, los analistas creen que Santander ganará algo menos en el primer trimestre por el pago del impuesto, pero en general se esperan unas cifras moderadamente positivas, con crecimientos generalizados de los márgenes. Y ese será el arma que se utilizará políticamente.
Uso electoralista de los resultados bancarios
Las sospechas del sector son que desde el Ejecutivo, especialmente desde el lado de Unidas Podemos, se utilice estos buenos resultados para volver a señalar a los bancos, celebrar la idoneidad del nuevo impuesto e incluso se pida más madera contra ellos cuando las mejoras no vendrán por nada extraordinario sino por la subida de los tipos de interés y la actividad comercial de las entidades.
No puede obviarse que en un mes hay elecciones municipales y también autonómicas en la mayoría de CCAA. El PSOE se juega la Comunidad Valenciana, Castilla-la Mancha y Extremadura, mientras que socios de Podemos como los Comuns y Compromís se juegan Barcelona y Valencia respectivamente. Además, se esperan elecciones generales a final de año y el gran propósito de Pedro Sánchez es que la izquierda se movilice, y por ello está aupando a Yolanda Díaz pese a que Sumar le robará votos.
Unas elecciones cercanas siempre potencian las medidas, decisiones y declaraciones más populistas y de cara a la galería, por lo que la banca tiene las de perder. Pero si además el PSOE renuncia a luchar el centro y se focaliza en movilizar a la izquierda, los mensajes contrarios a la empresa pueden ser aún mayores.