Los supervisores contradicen a la banca y advierten de un repunte de morosidad
El BCE y el BdE tienen claro que la inflación, los tipos y la desaceleración de la economía provocarán dificultades de pago y más morosidad
El Banco Central Europeo y el Banco de España tienen claro que la inflación, la subida de tipos de interés y la desaceleración de la economía a partir del año que viene harán que los clientes tengan dificultades para hacer frente a sus pagos y la morosidad de la banca, subirá. Y en este escenario, los supervisores han pedido al sector que sea prudente y mantenga las provisiones que hicieron en el inicio de la pandemia para hacer frente a los impagos.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, y el gobernador del BdE, Pablo Hernández de Cos, aprovechaban su intervención en el Seminario de la Apie para enfriar el optimismo de la banca, que también en este encuentro habían destacado todo lo contrario: que no hay repunte de la morosidad, ni indicios de que vaya a subir en los próximos meses.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, aseguraba que, a pesar del choque de la pandemia, las empresas que solicitaron créditos ICO “están teniendo un comportamiento muy bueno» y cree que este año la morosidad se mantendrá contenida.
Preguntado por si esperan impagos en el medio y largo plazo, ya que en este segundo trimestre del año vencen las carencias de la mayoría de préstamos, el banquero defendía que «están evolucionando francamente bien» y que las perspectivas del banco son “muy buenas” porque la deuda de las empresas y las familias es inferior a la de hace una década, en la crisis financiera mundial.
En la misma línea, César González-Bueno, consejero delegado Sabadell, explicaba que el impacto de la subida de tipos dará “vientos de cola” al banco, mientras que la ralentización económica provocará “vientos de cara”. Pero insistía en que esta ralentización “es incierta” porque de momento, el PIB crece y la morosidad no preocupa.
El banco catalán ha analizado los datos de morosidad de sus clientes y, “no parecen arrojar cifras preocupantes”, destacaba. Desde el punto de vista del negocio bancario, el CEO ve un mejor escenario y se muestra optimista sobre el entorno. Además, revelaba que todavía hay una demanda «sana» de crédito hipotecario y considera que pese a la subida, los tipos de interés van a ser asumibles por la clientela.
El BCE asegura que la morosidad «va a subir»
Unas palabras que chocan con las de los supervisores. Luis de Guindos subrayaba que la subida de tipos de interés, en el corto plazo, es positiva para los bancos porque subirán los márgenes y en el caso de España, además, está siendo ya muy evidente con las hipotecas. Pero a su juico, la banca no puede mirar solo el corto plazo, “en la vida, es importante mirar un poco más allá”.
Y en este sentido, el vicepresidente del BCE advertía que los clientes “van a tener dificultades para hacer frente a pagos y la morosidad va a subir”, y todo esto en un contexto marcado por la desaceleración económica y la alta inflación, donde no solo los hogares, también las empresas están afrontando fuertes subidas de costes de la energía, logísticos o de materias primas.
“Por eso es tan importante que los bancos sean prudentes y continúen con las provisiones. Hay que tener en consideración otros elementos y no el espejismo de la subida de tipos. No nos ceguemos con la subida de tipos a corto plazo y miremos más allá, el supervisor siempre pide prudencia, pero esta vez está más que justificado”, matizaba.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, comentaba que el comportamiento que están teniendo las familias y empresas es muy distinto al de crisis previas por las políticas monetarias y fiscales que se han aplicado desde el inicio de la pandemia para preservar las rentas.
Pero existen “deterioros latentes” vinculados a empresas y hogares vulnerables. Los préstamos en vigilancia especial aumentaron a tasas elevadas a finales del 2021 (un 14 % en tasa interanual), y su peso sobre el total del crédito alcanzó el 8%, esto es un 2,2% más que antes de la pandemia.
Además, las refinanciaciones, en su mayor parte clasificadas como préstamos en vigilancia especial o dudosos, también crecieron un 14% en 2021 y a finales de año suponían un 5% del total del crédito vivo, el mismo porcentaje que antes de la pandemia.
En este sentido, avisaba de que los sectores más sensibles a la pandemia son los que concentran más vulnerabilidad y hay que estar vigilante. Asimismo, confirmaba que en caso concreto de los créditos ICO, “se aprecia cierto deterioro en los últimos trimestres”.
El gobernador añadía que, “el supervisor, por definición, peca de prudente”, pero hay riesgos al alza de inflación y a la baja, de crecimiento, además de la perturbación de la pandemia. Y por eso, aunque la morosidad ha evolucionado bien, “hay riesgos latentes” y se puede elevar, así que apoyaba el mensaje del BCE y contradecía el optimismo de la banca.
En todo caso, el contexto de incertidumbre actual «hace necesario un comportamiento prudente del sector y un seguimiento minucioso de los riesgos», que pueden materializarse incluso en un escenario de crecimiento, concluía.