La banca afronta un hipotético frenazo con una solvencia superior a la exigida por el BCE
Los test de estrés publicados recientemente por la EBA y el BCE demostraron que los bancos de la eurozona son resilientes ante una "recesión económica"
Los test de estrés publicados en paralelo por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y por el Banco Central Europeo (BCE) remarcaron la robusta posición de liquidez y solvencia que atesora la banca del Viejo Continente. Pese a que el contexto macroeconómico no es el más boyante, las entidades financieras siguen mostrando endereza financiera gracias a que la demanda de crédito se está retrotrayendo poco a poco, la morosidad está aguantando bien las envestidas del BCE y, sobre todo, a que la banca sigue centrada en la concesión de préstamos como motor de su negocio.
El último apartado es significativo. Y es que, pese a que los principales supervisores de la eurozona atisban una caída en la concesión del crédito que, para estos momentos, debería ser superior a lo visto, los bancos, al menos los españoles, ven que, aunque la demanda crediticia se esté mermando, sigue habiendo crecimiento en la concesión de préstamos, aunque limitado.
La banca europea, resiliente ante una recesión económica
Este frenazo, propio de las circunstancias económicas actuales, llega en un momento de dulce para la banca, al menos en términos de liquidez y de solvencia. Y así lo detallan desde el BCE y desde la EBA, que consideran que los resultados de los test de estrés han valido para ver que las «entidades significativas de la zona del euro son resilientes, en general, a una grave recesión económica«. Es decir, pese a que el contexto económico europeo puede recrudecerse, la posición de la banca europea en su conjunta es sólida.
Atendiendo a las cifras reportadas por ambas instituciones, las entidades financieras europeas cerraron 2022 con una ratio de CET1 del 15,1% y prevén que para el cierre del presente curso y de no haber grandes cambios en el escenario económico, la misma ratio cierre sobre el 15,7%. Cabe destacar que este parámetro es el principal indicador que utilizan los bancos, al igual que el BCE, para expresar la fortaleza y solvencia financiera de las entidades.
El BCE considera que, con un «escenario adverso», la ratio de solvencia de la banca cerrará el año sobre el 11,2%, por encima del 10,7% exigido
Pero, además de ello, otro de los aspectos que evidencian la sólida posición de la banca europea es que, pudiéndose dar un «escenario adverso», es decir, una ralentización mayor de la actividad bancaria, un debilitamiento económico superior etc., la ratio de solvencia de las compañías bancarias europeas se asentaría sobre el 11,2% al cierre del presente año, 50 puntos básicos por encima de lo exigido por el Banco Central Europeo.
Los bancos se valen de la acumulación de capital, según el BCE
Los datos confirman que las entidades financieras «significativas», como las llama el BCE, cuentan con una posición idónea para amortiguar un hipotético frenazo económico. Pese a que los expertos se hacen cuenta de que el endurecimiento monetario está llegando a su fin y que todo lo que está por venir podría desahogar los bolsillos de los europeos, tampoco descartan una ralentización económica que ya está dando los primeros síntomas.
A fin de cuentas, las subidas de tipos de interés han impactado de lleno sobre el negocio bancario. Primero, catalizando los ingresos milmillonarios en todos los bancos y, segundo, restringiendo el acceso al crédito a todos los consumidores puesto que las condiciones son más estrictas y los préstamos se han encarecido cuantiosamente.
Tal y como remarca el BCE, «la acumulación de capital que se produjo en los últimos años significa que la ratio CET1 adversa resultante está muy por encima de la ratio CET1 de 8,3% proyectada en la evaluación integral del 2014». Es decir, los niveles de solvencia actuales son lo suficientemente buenos como para amortiguar un escenario adverso y, como explica el regulador, para hacer que la previsión sobre la ratio CET1 dada en la evaluación de 2014 se haya quedado corta.
Está por ver como avanza el terreno macroeconómico y si termina afectando negativamente sobre el negocio de los bancos. Habiendo pasado la campaña de resultados semestrales de la gran banca nacional, las conclusiones son positivas, al menos desde el punto de vista de la evolución del negocio, las ganancias y la actividad bancaria.
De hecho, y aunque todos los banqueros prevén un frenazo de la concesión del crédito, Gonzalo Gortázar, CEO de Caixabank, como Onur Genç, CEO de BBVA, consideran que, durante los próximos meses, seguirán viendo una dilatación de los márgenes de intereses y una apuesta por la concesión de crédito.