Caixabank informa a sus clientes qué sucede con sus cuentas

La entidad financiera informa sobre la importancia de distinguir entre los titulares de las cuentas y las personas autorizadas

Las cuentas remuneradas no ofrecen la misma rentabilidad que otros productos de ahorro. Foto: Freepik.

Las cuentas remuneradas no ofrecen la misma rentabilidad que otros productos de ahorro. Foto: Freepik.

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Aunque quizás algunos usuarios lo desconozcan, tener cuentas bancarias conlleva algunas responsabilidades. Sin embargo, estas varían considerablemente en función de si es el titular o una persona autorizada, tal y como especifica la entidad financiera Caixabank.

«El titular es quien firma el contrato con el banco, el propietario de los fondos que estén depositados en la cuenta y el deudor en el caso de que se haya realizado una operación de préstamo», indica el banco en su blog para luego añadir: «También es a quien le afectan las obligaciones fiscales».

En una misma cuenta puede haber varios titulares, lo que se conoce como cotitular, que tiene «los mismos derechos y obligaciones que el titular», tal y como explica el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri.

El titular de una cuenta es el propietario de los fondos. Foto: Freepik.
El titular de una cuenta es el propietario de los fondos. Foto: Freepik.

Si bien existen distintos tipos de cuentas con cotitulares, cabe destacar que en el contrato se establece la forma en la que disponer del dinero:

  • Cuenta con titularidad indistinta o solidaria: cualquiera de los titulares puede disponer del dinero por su cuenta sin necesidad de la autorización del resto, por lo que la propiedad de los fondos es compartida.
  • Cuenta con titularidad conjunta o mancomunada: se necesita la autorización de todos o un número de ellos para la retirada de dinero o disposición del saldo.
  • Cuenta con titularidad subordinada: este tipo de cuenta es usada por familias y empresas por su disposición de niveles de titularidad. Existen titulares de nivel superior y titulares subordinados, los cuales dependen del permiso de los titulares superiores para operar.

Sin embargo, ¿qué implica ser autorizado? El concepto hace referencia a aquellas personas a las que el titular nombra para que disponga del dinero en su nombre. Dado que estos usuarios no son propietarios de los fondos, tampoco tienen ningún tipo de «repercusión fiscal».

Entre las distintas operaciones que se pueden llevar a cabo siendo autorizado figura la firma de reintegros y talones, la realización de transferencias o la solicitud de información sin contar con el titular de la cuenta bancaria.

Sin embargo, lo que en ningún caso se puede hacer es solicitar a tu nombre tarjetas de débito o crédito, cancelar ningún tipo de producto del titular, modificar las condiciones de la cuenta, solicitar su bloqueo o realizar disposiciones de esta después del fallecimiento del titular.

Economía Digital

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