Atlantia frena su aterrizaje en Abertis
Giovanni Castellucci, consejero delegado de Atlantia, apuesta por la continuidad en la gestión de Abertis como bálsamo a sus problemas en Italia
El grupo italiano Atlantia y la constructora de Florentino Pérez, ACS, anunciaron este lunes la culminación de la opa sobre Abertis. Ambas compañías ya son, junto con Hochtief –a su vez filial de ACS participada también por Atlantia–, las propietarias de la mayoría de la concesionaria de autopistas catalana. Los italianos tendrán la gestión, pero no van revolucionar la organización: apuestan por la continuidad, personalizada en la figura de José Aljaro.
El reparto de poderes de los nuevos socios de Abertis da la mayoría, con el 50% de las acciones más una, a Atlantia. El grupo propiedad de la familia Benetton, con experiencia en el sector, tendrá la vara de mando, mientras que Florentino Pérez ha situado ya a su hombre de confianza, Marcelino Fernández Verdes, en la presidencia, cargo que no es ejecutivo.
José Aljaro, director ejecutivo de Abertis, es el elegido por Atlantia para ser el consejero delegado del grupo español
La decisión más importante que deben tomar los Benetton y su hombre en Atlantia, Giovanni Castellucci, es la continuidad del actual equipo de gestión de Abertis, capitaneado por Aljaro como director ejecutivo. Según fuentes del sector, que el actual director general seguirá está fuera de duda, ya que el grupo italiano quiere que Abertis siga la senda de crecimiento de los últimos años.
Desde Abertis explican que esta es una decisión que tendrá que tomar el nuevo consejo de administración, que se constituirá en las próximas semanas. Ahora el paso que se espera es la convocatoria de una junta de accionistas, que previsiblemente se celebrará en noviembre, para aprobar la composición de consejo. Este nombrará un consejero delegado, cargo que actualmente no tiene, y Aljaro parte con altísimas opciones de ocuparlo y seguir así como primer ejecutivo.
Abertis: las razones de la apuesta por la continuidad
La apuesta por la continuidad en Abertis por parte de Atlantia tiene varias motivaciones. La principal es de negocio: la evolución de la concesionaria en los últimos años ha sido lo suficientemente positiva como para elevar la acción y llamar la atención, sin ir más lejos, de competidores como la propia Atlantia y de compañías como ACS.
En el plan de negocio del grupo cuando presentó, hace más de un año, su opa sobre Abertis, ya contaba con la compañía española como propietaria de las concesiones en España y Latinoamérica, el principal foco de crecimiento en los últimos años junto con Francia. También aseguraba la continuidad de la sede en España, pero no la de los gestores.
La compra de Abertis minimiza el impacto de una posible pérdida de concesiones en Italia para Atlantia
Pero tras la crisis de Autostrade en Italia, Atlantia tiene otros problemas antes que la gestión de una empresa que presenta cifras positivas cada trimestre. La concesionaria italiana del grupo era la gestora del puente de Génova que se derrumbó el 14 de agosto pasado, dejando 43 muertos.
Este accidente abrió varias crisis para Atlantia. Desde la posibilidad de perder concesiones hasta una crisis reputacional, pero lo que está claro es que ya le está costando dinero. Por un lado, las acciones del grupo han caído más del 25% en bolsa. Por el otro, las agencias de calificación han rebajado el rating de Atlantia, lo que encarece su acceso a financiación. Más indemnizaciones.
Así las cosas, Castellucci prefiere que Abertis siga su curso sin demasiada intervención. De hecho, de alguna manera la compra puede salvar Atlantia si Autostrade sufre pérdidas de concesiones. Y es que, sumando las concesiones de ambas empresas, y sus cifras, el negocio que aporta Abertis a Atlantia minimiza el impacto potencial de un castigo en Italia: Autostrade es el 66% del negocio de Atlantia sin Abertis, mientras que con la suma de todo el gigante de autopistas, supondrá solo un tercio.