Jueves, el nuevo viernes: así sería la semana laboral de cuatro días
Una compañía neozelandesa celebra su nueva productividad después de reducir la semana laboral de cinco a cuatro días
Trabajar cuatro días en jornadas de ocho horas, pero recibir el salario de una semana laboral tradicional de cinco días. Parece ficción. Pero es una idea que se empieza a incrustar en la cámara de resonancia de las redes sociales, especialmente después de que una compañía neozelandesa experimentó con un horario reducido de trabajo y los resultados fueron tan positivos que decidió implementarlos de forma permanente.
Se trata de Perpetual Guardian, una empresa que administra fideicomisos y testamentos, y que tiene unos 250 trabajadores. Las pruebas se realizaron entre marzo y abril de este año, con réditos no solo en el estado de ánimo del personal sino también en la productividad y la eficiencia. Los investigadores que estudiaron el experimento se dieron cuenta de que las oficinas de la compañía reportaron menores niveles de estrés y mayor satisfacción.
En noviembre pasado, por ejemplo, el 54% del personal dijo que podía equilibrar sus compromisos de trabajo y del hogar, mientras que después de la prueba la cifra saltó al 78%. Los niveles de estrés del personal cayeron en siete puntos a nivel general, mientras que la estimulación, el compromiso y la sensación de empoderamiento en el trabajo mejoraron significativamente, sin contar que la satisfacción existencial general aumentó en cinco puntos.
«Para nosotros, se trata de que nuestra compañía obtenga una productividad mejorada gracias a una mayor eficiencia en el lugar de trabajo. No hay ningún inconveniente a la vista», dijo el fundador de la firma, Andrew Barnes. «La actitud correcta es un requisito para que esto funcione: todos debemos comprometernos y tomarnos en serio el crear un modelo viable a largo plazo para nuestro negocio», agregó.
Este compromiso, extendido a otras industrias y campos de trabajo, podría convertir al jueves en el nuevo viernes, y aumentar el fin de semana a tres días, logrando así un mejor balance entre la vida personal y el trabajo.
La semana laboral de cuatro días, una conversación latente
La BBC recogió esta historia, que primero fue revelada por The Guardian. La corporación mediática británica recordó que en 1965 la revista Time predijo que, con el advenimiento de los ordenadores personales, las semanas laborales se reducirían drásticamente, incluso hasta las 20 horas, porque la tecnología comenzaría a hacer todo el trabajo.
Avance rápido de la cinta más de media década después, ahora con los avances tecnológicos en niveles jamás imaginados y con la inteligencia artificial progresando a paso firme, y la semana laboral sigue siendo de unas 40 horas para arriba en la mayoría de países. La revista Time no calculó entonces que la tecnología libera puestos de trabajo pero también crea nuevos, y muchas veces da forma incluso a economías sin precedentes.
Pero al igual que en la década de 1960, cada vez más personas están reflexionando sobre cómo y cuánto trabajamos, ahora en el contexto de una vida innundada por la tecnología en la que ya no es tan fácil escapar a los caprichos de los empleadores. La BBC apunta a un estudio reciente que reveló que los empleados más jóvenes se sienten más estresados en el trabajo que los de mayor edad.
Otras investigaciones sugieren que las mujeres se sienten obligadas a trabajar durante más horas porque tienden a ser las que se encargan del cuidado de los niños y las tareas domésticas no remunerads, pese a que se espera que hombres y mujeres trabajen en horarios iguales. El 69% de los padres en el Reino Unido dicen que consideran más positivamente beneficios como las guarderías que aceptar una subida de puesto en el trabajo.
En Inglaterra, los sindicatos ya exigen semanas laborales de cuatro días. Frances O’Grady, portavoz de uno de los grandes sindicatos británicos, comentó: «Sabemos que algunas personas son pesimistas sobre si la tecnología mejorará sus vidas, pero la tecnología podría ser una fuerza para el bien. Podemos hacer que las vidas de todos sean mejores y más ricas».
«No todo tiene que ser sobre vigilancia y explotación. Puede ser sobre crear trabajos más satisfactorios», agregó.