Así serán las autopistas del futuro
Compañías como Abertis ya trabajan en soluciones tecnológicas para garantizar la conducción autónoma, la recarga eléctrica o la sostenibilidad del medioambiente
La circulación en las carreteras tal y como la conocemos va a desaparecer. Los grandes avances en el campo de la automoción que se han venido repitiendo en los últimos años y la necesidad de encontrar una fórmula que permita combinar la sostenibilidad medioambiental con la democratización de los automóviles obligará a cambiar por completo nuestra forma de desplazarnos. El reto está instalado ya en las autopistas del futuro.
Actualmente hay cerca de 1.000 millones de vehículos circulando por las vías de todo el mundo, aunque las previsiones indican que el número siga creciendo de manera exponencial. Para el año 2050, ya se podrán observar en las carreteras cerca de 4.000 millones de automóviles en marcha. Esta explosión de conductores representa un problema insostenible para los niveles de tráfico, atascos o contaminación a medio plazo.
Con este panorama sobre la mesa, la solución pasa por lograr que la revolución tecnológica en la que ya están inmersos los fabricantes de automóviles se plasme también en las carreteras. El uso de nuevas soluciones para que los vehículos de conducción autónoma puedan circular sin problemas a largas distancias es uno de los puntos clave. Pero no el único.
El impulso de una red de puntos de recarga para vehículos eléctricos que permita abastecer a todos los usuarios, el despliegue de nuevas fórmulas de peajes automáticos en las autopistas o el diseño de soluciones para combatir la contaminación son solo algunas de las propuestas que ya manejan los líderes mundiales del sector.
Abertis prepara la revolución de las autopistas del futuro
La revolución de las autopistas no está tan lejos. Algunas compañías como Abertis llevan años trabajando en programas de ingeniería inteligente para poder hacer frente a un futuro más sostenible en el que el big data, o el Internet de las Cosas (IoT) se antojan dos elementos imprescindibles para facilitar la conducción.
El grupo líder mundial en la gestión de autopistas de peaje e infraestructuras, controlado por Atlantia y ACS, ha establecido ya en su hoja de ruta sus principales líneas de innovación para el campo de las autopistas. Sus filiales en países como España, Francia o Italia ya han colocado estos proyectos como algo clave en su estrategia de un transporte cooperativo.
Uno de sus proyectos estrella es C-Roads, una plataforma europea que busca asegurar la interoperabilidad para cruzar de un país a otro con un vehículo autónomo sin perder su conexión. Es una solución de infraestructura a escala internacional que abriría el camino para grandes trayectos por el viejo continente sin tocar el volante.
Abertis trabaja para garantizar la convivencia de vehículos autónomos y convencionales
El proyecto europeo Inframix es otra de sus grandes herramientas para adentrarse en la autopista del futuro. Se trata de una iniciativa dirigida a estudiar la convivencia entre los vehículos conectados y los automóviles convencionales en una carretera. El plan resulta clave para garantizar la seguridad en el momento en el que estos nuevos modelos se popularicen en el mercado.
Abertis también trabaja en materia de electrificación de las carreteras, uno de los grandes retos pendientes de los países europeos. En Francia, por ejemplo, ya ha instalado puntos de recarga rápida cada 80 kilómetros de recorrido. En cada estación se puede recargar el 80% de la batería en apenas 30 minutos para asegurar la autonomía y continuar con el viaje.
La compañía española de infraestructuras ha reforzado estas apuestas con varios proyectos dirigidos a garantizar la sostenibilidad medioambiental como las pruebas con vehículos de hidrógeno que está desarrollando en Francia o la instalación de paneles fotovoltaicos en los peajes de Brasil o Puerto Rico. Es el principio de una nueva forma de concebir el tráfico y las carreteras.
Estas son algunas de los proyectos que ya tiene en marcha la compañía, aunque el objetivo es seguir innovando en los próximos años. El Proyecto Garage que comparte con IBM será uno de los semilleros en los que se pretende explotar todas estas nuevas tecnologías, desde la inteligencia artificial hasta el manejo de datos a gran escala para crear la que será la autopista del futuro.