Apoyo unánime de los accionistas de Ferrovial al traslado a Países Bajos
La compañía comunica que ningún accionista ha ejercido el derecho de separación, que podía frustrar el cambio de sede
Ferrovial supera sin mácula el último escollo social a su traslado a Países Bajos. El grupo que preside Rafael del Pino ha informado este viernes de que ningún accionista ha ejercido el derecho de separación, que podía frustrar el cambio de sede, por lo que la operación ya es solo una cuestión administrativa que se resolverá en las próximas semanas.
La compañía formalizará previsiblemente el próximo miércoles el éxito de este trámite, ya que “el procedimiento establece un plazo de cuatro días para que los custodios terminen de corroborar la información”, aseguraron fuentes de Ferrovial, que tampoco tiene constancia de que algún acreedor haya ejercido el derecho de oposición.
Cuando el consejo de administración de Ferrovial aprobó el cambio de sede de España a Países Bajos, estableció que, después de que la junta lo aprobara, los accionistas tenían un mes para acogerse al derecho de separación: es decir, podían pedir a la compañía que le comprase sus acciones y, si se superaban los 500 millones, equivalentes al 2,56%, se cancelaba el traslado.
Se esperaba que Ferrovial superara este trámite después de dar por hecho que Leopoldo del Pino, que votó en contra del traslado en la junta, no ejercería el derecho de separación. Él solo habría frustrado la operación. Pero quizá no era tan previsible que ni un solo accionista lo haya reclamado.
Lo cierto es que a nivel económico, no tenía sentido, ya que el precio estaba prefijado, en 26 euros por acción, y desde entonces siempre ha cotizado por encima, por lo que si algún accionista no quería ser socio de una empresa neerlandesa, le era más rentable vender en bolsa. Este viernes cotiza por encima de los 29 euros.
Ahora la previsión de la compañía es cerrar los trámites del traslado en los próximos dos meses para estar cotizando en la bolsa de Amsterdam a finales de julio.