Antifrau reclama que las empresas adopten un compromiso ético
Daniel de Alfonso destaca la puesta en marcha de un plan de “gestión de la integridad” para pymes
La corrupción anida en las administraciones públicas. La ciudadanía se escandaliza ante los casos de responsables políticos, o sindicales, que han gestionado con intereses particulares los recursos públicos del Estado, pero, ¿qué ocurre en el sector privado? El director de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, ha reclamado este lunes a las empresas privadas que sean un ejemplo y que “se conviertan en muros contra la corrupción”. Según De Alfonso, el sector privado, ahora, debe adoptar un compromiso ético, y ser un ejemplo frente al sector público.
El director de la Oficina Antifrau ha insistido en la necesidad de crear esos códigos internos coincidiendo con el Día Internacional contra la Corrupción, el 9 de diciembre, proclamado por Naciones Unidas, y que ha sido el motivo para la organización de una jornada en la que se ha mostrado algunos de los sistemas adoptados para combatir la corrupción en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas.
Ética y transparencia
Uno de los organizadores, junto con la Oficina Antifrau, es la Red Española del Pacto Mundial (REPM), de Naciones Unidas, que cuenta con 2.095 entidades adheridas –304 son grandes empresas, 1.433 son Pymes y el resto son entidades pertenecientes al Tercer Sector, sindicatos, asociaciones empresariales o instituciones educativas. La Red Española ha difundido un manifiesto en el que insta a «reforzar y promover la ética y la transparencia» en las organizaciones, con motivo del Día Internacional contra la Corrupción.
Pero el acto, organizado en el Palau Macaya de Barcelona, ha servido para difundir el Sistema de Gestión de Integridad y Transparencia para las Pymes, un instrumento que debería servir para mejorar mecanismos internos de empresas que, en muchas ocasiones, no tienen la dimensión adecuada.
El modelo, que ha defendido Isabel Garro, directora general de la Red del Pacto Mundial, diagnóstica las malas prácticas en la empresa y les busca solución. “Ahora no hay excusa para no combatir la posible corrupción”, asegura Daniel de Alfonso.
Voluntad real
Y es que el servicio facilita la información al máximo a los gerentes empresariales, con prácticas plantillas y bases de datos. En ese instrumento, de carácter interno para las compañías, ha colaborado el Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya, la Oficina Antifrau de Catalunya, Dipyme, Cuatrecasas, ESADE, Agbar y CECOT.
En las mesas redondas que se han organizado han participado responsables de diferentes organismos y empresas, entre ellos Ignasi Fainé, director de reputación y responsabilidad corporativa de Agbar, Enric Rius, responsable financiero de Cecot, o David Murillo, profesor de Esade, centrado en la responsabilidad corporativa. Precisamente, Murillo ha insistido en que los instrumentos, y la legislación existen, y que el problema, «principalmente en las grandes empresas» se centra en la voluntad para cumplir con ellos y luchar, con efectividad, contra la corrupción.
El ‘peligro’ de las obras públicas
Respecto a los sectores más susceptibles de provocar casos de corrupción, descritos por la Red Española del Pacto Mundial, se mantienen los relacionados con los contratos y construcción de obras públicas, el verdadero dolor de cabeza de la economía española, junto con el desarrollo inmobiliario, los negocios de petróleo y gas, y la minería.
En el otro lado, donde el riesgo es más bajo, se sitúan los sectores de las telecomunicaciones; el transporte y el almacenamiento; hoteles, restaurantes y ocio, o la tecnología de la información.