Así es Anchois: el proyecto de gas que rechazó Repsol en Marruecos y ahora triunfa
Cuando el gas natural se ha convertido en protagonista de la actualidad, viene a la memoria el proyecto que descartó Repsol
Desde que el ejército ruso invadió Ucrania el gas natural ha saltado a la palestra como causa y consecuencia de todos los problemas energéticos. El debate se ha centrado sobre todo en la dependencia energética que Europa tiene de Rusia, y que ahora quiere cambiar a Estados Unidos -y sumar Argelia-. Por eso, cuando hay nuevo lugares donde aflorar gas surgen nuevas expectativas. Aunque a veces esos descubrimientos llegan tarde.
Es lo que ha sucedido con Repsol y el proyecto Anchois. La actualidad es que Chariot, una empresa británica que opera en Marruecos, ha comunicado que se ha llevado a cabo un descubrimiento «significativo» de gas frente a Larache, un enclave portuario situado al noroeste del país norteafricano. Después de los trabajos realizados con la evaluación y exploración en el pozo Anchois-2 (el de la petrolera española fue en el -1) dentro del proyecto gasista Anchois correspondiente a la licencia Lixus, la compañía británica descubrió reservas de gas de gran calidad.
Pero la historia de esta exploración comienza hace más de una década. Un consorcio liderado por Repsol y Gas Natural (la actual Naturgy) descubrió en 2009 un yacimiento de gas en aguas de Marruecos, en la zona de Tánger-Larache, a 40 kilómetros de la costa. El hallazgo consistía en dos columnas de gas que sumaban 90 metros en el pozo denominado Anchois-1, a una profundidad de 2.359 metros. El consorcio que lo descubrió lo completaban Dana, con una participación del 15% y Onhym (25%). Repsol sería el operador del proyecto.
Para la petrolera española se trataba del séptimo descubrimiento que realizaba en 2009 y se sumaba a los anunciados en Argelia, Brasil y Estados Unidos. En esos momentos, Repsol estaba presente en varios bloques exploratorios en la zona, tanto en España (islas Canarias) como en Africa (Sierra Leona, Liberia y Guinea Ecuatorial), además de en los mencionados bloques de Marruecos.
En esos momentos, el programa de exploración en la costa marroquí formaba parte de los planes exploratorios de Repsol en almacenes de arenas contenedoras de gas de diferentes edades en la costa Oeste de África y en las islas Canarias.
Al final quedó en nada
Los proyectos de exploración y perforación son caros, y las grandes petroleras y gasistas asumen costes que no siempre pueden ser infinitos. Por eso, en el año 2014 Repsol desistía de la exploración en Anchois. Así lo hacía constar en la memoria anual de ese año.
Pero todo ha vuelto a dar un giro. El pozo Anchois-2 ha sido perforado de manera segura y eficiente a una profundidad total medida de 2.512 metros por la plataforma Stena Don en el agua, según han explicado desde la compañía británica, la cual añadió que se llevó a cabo una evaluación completa del pozo a través de registros operados con cable, incluidos registros petrofísicos de evaluación, pruebas de formación del subsuelo, incluidas las presiones del yacimiento y muestreo de gas, así como pruebas de paredes laterales.
La interpretación preliminar de los datos confirma la presencia de importantes acumulaciones de gas en los objetivos de evaluación y exploración del pozo Anchois-2, con una capa neta de gas calculada de más de 100 metros, en comparación con la capa de gas del año anterior.
Chariot tiene una participación del 75% en relación con la licencia de Lixus en sociedad con la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos, que posee el 25% restante. La compañía británica se centra en proyectos de energía de transición en toda África. Precisamente, el continente africano seguirá teniendo un crecimiento de población muy significativo en las próximas décadas y también aumentará ahí la demanda de energía, por lo que es un mercado atractivo para otras empresas foráneas, como el caso de Chariot.