Ana Botín completa un año de cambios estratégicos para el Santander
Los nombramientos, fichajes y compras de los últimos doce meses tienen como objetivo convertir al Santander en un banco global
El Santander quiere ser un gigante global, pero no para competir con bancos exclusivamente, sino con empresas tecnológicas que ya han empezado a robar parte del pastel al sector financiero. Por eso, la presidenta del banco, Ana Botín, empezó en verano de 2020 su ronda de fichajes y cambios dentro de la alta dirección del grupo, apostando por perfiles más tecnológicos que económicos.
Botín explicó en octubre, durante la junta general de accionistas, que quieren convertirse en la mejor plataforma abierta de servicios financieros y para ello iban a poner en marcha tres iniciativas, que son complementarias.
La construcción de un modelo operativo común a todo le grupo, One Santander, que tiene el objetivo de llegar a todos los mercados, pero que a corto plazo ha empezado en Europa, simplificando los productos bajo una plataforma común.
La segunda iniciativa es crear un banco global de financiación al consumo, fusionando Santander Consumer Finance (SCF) y Openbank. Al respecto añadió que se comprometían a ahorrar 1.000 millones de euros en costes en los próximos dos años tanto en Europa como en SCF.
Bajo la tercera iniciativa, prevén crear una plataforma de pagos a nivel global para dar solución a clientes y otras compañías. En concreto, con soluciones para comercios (apoyándose en Getnet), para pymes (bajo el paraguas de Ebury), y para particulares (mediante Superdigital).
Tiempo antes de anunciar esta transformación, que según justificaba era uno de los desafíos del banco por el avance de la digitalización, Ana Botín ya había empezado su ronda de fichajes tecnológicos.
Durante el verano incorporó al equipo a Sebastian Gunningham como presidente de Santander Consumer Finance y vicepresidente de Openbank, más adelante se conocería la fusión de estos dos negocios.
Gunningham, que trabajó en Amazon, Apple, Oracle y WeWork se convirtió también en asesor sénior de la presidenta del banco. Junto a él, el banco nombró a Francisco D’Souza como asesor estratégico para el desarrollo de Santander Global Platform (SGP) y R. Martin Chávez como consejero independiente. Chávez fundó distintas empresas tecnológicas en Silicon Valley y Nueva York.
Asimismo, el Santander ya ha remodelado las cúpulas de España, Reino Unido y Brasil, pero también ha vuelto a hacer cambios en Santander Consumer Finance, la filial de consumo, en lo que va de 2021.
Así, el pasado mes de abril, António Simões relevó a Rami Aboukhair como consejero delegado del Banco Santander en España. Tras su llegada, el portugués reorganizó la cúpula directiva del banco español reduciéndola a 12 miembros y compartiendo la mitad de ellos con el equipo directivo de Santander en Europa.
Simões también es director regional de Europa desde el pasado 2020, desde donde lidera la construcción de One Europa. Asimismo, el banco cántabro anunció en abril que tenía intención de relevar a Nathan Bostock, actual consejero delegado en Reino Unido, que pasará a ocupar una función global como ‘head of Investment Platforms’.
El mismo supervisará todas las plataformas de inversión propiedad de Santander o participadas por el banco que gestionan terceros. Hasta la fecha se desconoce quién será su sustituto. El pasado mes de julio, la entidad volvía a mover ficha en la alta dirección y anunciaba cambios en Brasil, el segundo mercado que más beneficios aporta al grupo.
En concreto, la entidad anunció cuatro cambios. Sérgio Rial, hasta ahora consejero delegado de Santander Brasil y responsable regional de Sudamérica de Grupo Santander, será el nuevo presidente del consejo de administración de Santander Brasil a partir de enero de 2022.
El CEO dejará sus funciones ejecutivas, que será asumidas por el brasileño Mario Roberto Opice Leão, que dirige el área de banca de empresas de Santander Brasil desde 2015. Mientras que Carlos Rey de Vicente será el nuevo responsable regional de Sudamérica a partir enero en sustitución de Sérgio Rial.
Rey es actualmente responsable de finanzas de Santander Brasil y miembro de su comité de dirección. El último cambio implica que, Álvaro de Souza, actual presidente de Santander Brasil, abandonará el consejo de administración de Santander Brasil, pero seguirá como consejero no ejecutivo de Banco Santander.
Este mes de agosto, el banco ha aprovechado para hacer otro cambio en Santander Consumer Finance, nombrando a Antonio Escamez vicepresidente en sustitución de José Luis de Mora Gil-Gallardo, quien permanecía en este cargo desde enero de 2020.
Pese a dejar la vicepresidencia, José Luis de Mora seguirá siendo consejero delegado de Santander Consumer (por lo que mantendrá funciones ejecutivas) junto a Ezequiel Szafir, tal y como llevan haciendo desde hace el año pasado.
De esta manera, Escamez dejará de tener funciones ejecutivas. El directivo, por cierto, era presidente de Santander Consumer Finance y vicepresidente de Openbank hasta que le relevó Sebastian Gunningham.
Los cambios del último año no han sido solo en la alta dirección. El Santander se ha propuesto crecer “en las américas”, sobre todo en Estados Unidos, su primer mercado por beneficios. Y en lo que va de año, Santander Holdings USA, su matriz en el país ha comprado el bróker independiente de renta fija Amherst Pierpoint Securities por 500 millones de euros.
Y el 20% que no controla de Santander Consumer USA, que estaban en manos de accionistas minoritarios. Una operación valorada en 2.100 millones de euros. Al tiempo, el grupo ha hecho una opa voluntaria sobre el 8,3% que no controla de su filial mexicana, valorada en 550 millones de euros.
En Brasil, su segundo mercado por beneficios, el Santander controla un 90% y el otro 10% está en manos de accionistas. El banco no ha revelado si también aquí, prevé tener el control total.
En cuanto a los 1.000 millones de reducción de costes, se está llevando a cabo mediante el ajuste de personal y oficinas en sus principales mercados europeos. De hecho, el grupo cuenta ahora con 7.441 empleados menos en Europa que hace un año, lo que supone una reducción del 10% de la plantilla que tenía a junio de 2020, antes de que empezaran todos estos cambios estratégicos.