Amazon y Mercadona se ‘comen’ la mitad del negocio de Ulabox
El primer supermercado español 100% online acusa el auge de los gigantes y empieza a recortar su facturación
Ulabox se resiente ante el auge de los grandes de la distribución. El primer súper online de España, que nació en 2010 y vio cómo años más tarde gigantes de la talla de Mercadona y Amazon apostaron por la misma línea de negocio, recortó su facturación casi a la mitad hasta junio de este año.
Así lo demuestran los resultados semestrales, publicados por la cotizada Sonae, su principal accionista con cerca del 42% del capital después de aportar más de tres millones de euros en diferentes ampliaciones (una en 2016 y otra menor el pasado año).
Los datos de la cotizada portuguesa, dueña también de firmas como Worten o Sportzone, revelan que la startup catalana facturó cerca de 2,5 millones de euros hasta el 30 de junio, un 47% menos de lo generado durante el mismo periodo del año anterior (4,75 millones de euros).
Este periodo coincide con la cancelación del servicio de Ulabox en Madrid, anunciada el pasado 27 de marzo. Fuentes del supermercado trasladaron que la decisión era “muy meditada” y se debía al “gran crecimiento en el área metropolitana de Barcelona”, donde prefirió concentrar su inversión antes de seguir expandiéndose por otras ciudades.
La empresa dirigida por Jaume Gomà, cuyo principal reto era pensar cómo hacer rentable su modelo de negocio, se devaluó ante estos vaivenes. Sonae valora ahora que su participación de Ulabox está en torno a los 3,13 millones de euros, un 22% menos desde que cerró 2017 y un 7% menos respecto al mismo periodo del año anterior.
Amazon y Mercadona son más rápidas
En paralelo, los gigantes de la distribución han seguido su camino. Amazon anunció su servicio de entrega Amazon Prime Now en Madrid, Barcelona y Valencia, donde su periodo de entrega no excede las dos horas. Además, la firma de Jeff Bezos se alió con cadenas de supermercados, como DIA, y lanzó sus propias marcas de productos de alimentación, Happy Belly y Wickedly Prime.
Mercadona, por su parte, comunicó el 21 de mayo el lanzamiento de su aplicación móvil, así como la renovación de su web. El propósito de la cadena de supermercados de Juan Roig, líder en cuota de mercado pero cuya facturación online no supera de momento el 1% del total, es poder entregar los pedidos en una hora, entre las 7:00 y las 22:00 horas de lunes a sábado.
Ambas empresas, por tanto, recortan los periodos de entrega de la startup catalana, que es de 24 horas. Las compras en Ulabox hechas hasta las 23:00h se entregan al día siguiente, en franjas de dos horas, desde las 7:00h de la mañana hasta las 23:00h de la noche.
Los consumidores españoles todavía se resisten a hacer la compra por internet
Otro de los puntos clave es el precio, con los que Ulabox tampoco puede competir. La OCU volvió a colocarla hace seis días como la segunda cadena de supermercados más cara, con una cesta de la compra que superaba los 6.000 euros anuales. Su precio es superior a otros establecimientos como Carrefour (4.881 euros), que también se ha embarcado en la venta online.
A estos dos factores hay que sumar un tercero: el consumidor en España todavía tiene un perfil conservador. Este motivo se explica, entre otros, por la densa red de supermercados que existe en el país — 3,4 por cada 1.000 ciudadanos, frente a la media europea (2,6 tiendas), de acuerdo a datos de la consultora Nielsen— , algo que no ayuda al cambio de hábitos.
Ulabox, que se ha negado a contestar las preguntas de este medio, apuesta por hacerse fuerte en los productos frescos. Su consejero delegado afirmó hace ocho días, en una entrevista en el portal especializado Alimarket, que están «experimentando un ritmo de crecimiento del 50%» en este tipo de productos y que contaban ya con 100.000 clientes, con un incremento sostenido «por encima del 50% respecto al año anterior».
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* Este medio elaboró la información a partir de los datos que Sonae publicó en su apartado para inversores, el 29 de septiembre [ver aquí]. Economía Digital preguntó tanto al departamento de comunicación de Ulabox, como a uno de sus fundadores, por la caída de la facturación, a lo que ninguno de ellos quiso responder ni tampoco desmentir.
Una semana después, Sonae reconoció errores en sus resultados semestrales y, por orden de la Comissão do Mercado de Valores, tuvo que reformular sus cuentas. En su segundo documento [ver aquí], el volumen de facturación de Ulabox fue de 5 millones y no de 2.5 millones de euros.