Álvarez recorta el dividendo de El Corte Inglés sin enemigo a la vista
Los grandes almacenes celebran este domingo una junta, que se presume plácida, marcada por el impacto del coronavirus en el negocio
Por primera vez en años, El Corte Inglés afronta una junta de accionistas con estabilidad en sus altos estamentos. A las luchas fratricidas entre Dimas Gimeno y Marta Álvarez por la presidencia las siguió el asalto de la última al poder con la salida de Jesús Nuño de la Rosa. A pesar del terremoto que el coronavirus supuso para el negocio de los grandes almacenes, el tándem Marta Álvarez-Víctor del Pozo afronta el encuentro con tranquilidad, sin aparente contestación interna a pesar del revés al dividendo provocado por la pandemia y la presión de la banca.
Como ya avanzó Economía Digital en mayo, los días del dividendo desbocado han acabado en la calle Hermosilla. Cuando la banca accedió a prestar 1.311 millones de euros a la compañía para hacer frente a la pandemia ya advirtió que se había acabado la tendencia de destinar más del 30% de las ganancias a remunerar a los accionistas.
“El dividendo está limitado, pero no prohibido”, señalaban desde una de las entidades de confianza de la organización que lidera Marta Álvarez. Más después de ver como el porcentaje destinado a los dueños se ha incrementado de forma notable tras el fallecimiento del histórico presidente Isidoro Álvarez en 2014. Las mismas voces añadía que el pago a los accionistas “puede darse”, pero debe estar “justificado en las cuentas con un beneficio claro”.
A las reticencias de la banca se unieron las propias limitaciones del Gobierno. Cuando El Corte Inglés logró que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) avalase el crédito recibido pasó a jugar bajo sus reglas. Y la normativa de las líneas de avales del ICO especifica que la financiación avalada deberá ser utilizada «exclusivamente para atender las necesidades de liquidez de la empresa, sin emplear los fondos para otros fines como el pago de dividendos», según reza la resolución publicada en el BOE el pasado 6 de mayo.
Marta Álvarez, sin oposición interna
Los grandes almacenes se agarran, eso sí, a que el dividendo responde al ejercicio anterior, cerrado con unas ganancias de 310 millones de euros. El argumento, junto con que el principal beneficiario del pago será la Fundación Ramón Areces (37,3%) servirá para sortear las reticencias de la administración.
De este modo, el gigante español de la distribución exhibe una vez más sus buenas relaciones con el Gobierno. Así, la organización hará uso de aproximadamente el 1% de los 100.000 millones en avales que el Consejo de Ministros aprobó el pasado mes de marzo para hacer frente al impacto económico de la pandemia.
A pesar del tijeretazo no se espera que a Álvarez le cueste sacar adelante los distintos puntos del día en la junta de accionistas. Según informaron varios medios, El Corte Inglés propondrá recortar un 50% el dividendo y dejarlo en 37,5 millones de euros. El resto se destinará a reservas, por lo que el porcentaje destinado a la remuneración de sus propietarios caerá hasta el 12%.
No se opondrá ni la Fundación Ramón Areces (37,3%) ni Cartera de Valores IASA (22,1%), la patrimonial controlada por las hermanas Álvarez que comparten con el expresidente Dimas Gimeno. Tampoco debería hacerlo el jeque Al Thani (10%) ni la siempre díscola familia Areces, que suma el 9% de la empresa a través de Corporación Ceslar.