Betancourt y la jet madrileña acuden al rescate de su banco
El banco participado por Alberto Alcocer y Blas Herrero recibió más capital para compensar los números rojos
BDK Financial Group, el banco africano con sede en Luxemburgo que nació de un círculo de banqueros influyentes en España y en el que también participa el millonario Alejandro Betancourt, el empresario venezolano cuyo nombre siempre se ha ligado al chavismo, tuvo que recibir este año una nueva inyección de capital para compensar los números rojos derivados de su expansión.
La entidad financiera amplió el capital social para este año en 6 millones de euros, llegando a los 136 millones. Así lo demuestra la documentación consultada en el registro mercantil de Luxemburgo, que hace alusión a una asamblea general extraordinaria celebrada el pasado 30 de octubre, y lo corrobora una fuente cercana al proyecto, que señala que esta decisión viene derivada de «las necesidades del negocio». Se trata de la cuarta ampliación de capital llevada a cabo en dos años, tras las tres que se ejecutaron en 2018.
Uno de los nombres que sobresalen entre los ideólogos de BDK es el de Alejandro Betancourt, el empresario venezolano conocido en España por ser dueño de Hawkers, una compañía de gafas de sol que nació en Elche y que ha recibido desde su fondo O’Hara Financial aproximadamente 70 millones de euros.
Betancourt lleva años afincado en España y se ha quedado con la finca de caza El Alamín, de Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE. Es apodado como bolichico en su Venezuela natal por los vínculos que ha tenido con el chavismo, régimen con el que ha llevado a cabo negocios millonarios en la industria energética y que ha despertado sospechas en Estados Unidos.
Los nombres españoles en BDK
BDK también tiene entre sus accionistas a un reducido número de empresarios conocidos e influyentes. De hecho, el cerebro de BDK Financial es Alberto Cortina, primo de Alberto Alcocer (se les conoce a ambos como Los Albertos) y el consejero delegado es Alfredo Sáenz, ex consejero delegado de Banco Santander y número dos de la entidad cántabra durante más de una década.
Otro de los socios es Blas Herrero. El empresario, conocido por haber amasado parte de su fortuna tras una disputa judicial contra Onda Cero que se resolvió a su favor, es el propietario de medios de comunicación como las emisoras de radio Kiss FM y Hit FM y el canal de televisión DKiss.
Uno de los últimos miembros en unirse al proyecto fue Álvaro Hachuel, hijo del banquero Jacques Hachuel, conocido por haber sido uno de los socios de Mario Conde. Hachuel hijo lleva desde hace dos años como miembro del consejo y tiene una trayectoria ligada al mundo de las finanzas, tras haber trabajado en la firma de inversión Salomon Brothers y BNP Paribas.
BDK: resultados de 2018
BDK Financial Group cerró el pasado año con siete millones de euros de pérdidas. Se trata de una cifra que contrasta con los ligeros beneficios registrados en 2017, según explicaron a este medio fuentes cercanas al proyecto, que señalaron que los números rojos llegaron motivados por el proceso de expansión en el que está la entidad.
El objetivo de la entidad es expandir el negocio por los países de África que comparten como moneda común el franco CFA y se enmarcan dentro de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA).
El grupo está presente ya en varios países —Senegal, Costa de Marfil, Guinea Conakry y Malí, así como otros con operaciones incipientes o exploratorias— y espera llegar a una docena, aunque parte del área operativa se concentra en Portugal.
BDK se centra desde este año en los micropréstamos y en el segmento fintech, desarrollado desde las sociedades Credit Kash y Kash Kash, dependientes del grupo. La previsión es alcanzar la rentabilidad conjunta de todas las áreas antes de 2022.