Alarmas hasta en los bistecs: nuevos sistemas antirrobo en el súper
Las grandes cadenas invierten 330 millones de euros al año para frenar hurtos
El mercado callejero de Sant Cosme en El Prat (Barcelona), además de decenas de paradistas legales, alberga cada semana a unos singulares manteros que ofrecen a precio de ganga productos Hacendado y Deliplus, las marcas blancas de Mercadona. Perfumes, anchoas e ibéricos de todo tipo son algunos de los productos ofrecidos en el mercado callejero. “Ya sabemos que los roban aquí”, explica un guardia de seguridad de Mercadona. “Son tantos hurtos que la mayoría de veces ni llamamos a la policía”, añade.
Los precios en los mercados callejeros suelen tener precios hasta un 70% inferiores a los de los establecimientos. Se trata de la venta de los artículos robados en los supermercados, una problemática que supone 1.200 millones de euros en pérdidas para las compañías de distribución, un 1% de su facturación anual, según explica Aecoc, la asociación de fabricantes y distribuidores que agrupa a las principales cadenas de supermercados.
Refuerzos
El aumento de robos en los últimos años de productos básicos de alimentación ha hecho que las cadenas de supermercados aumenten los mecanismos de seguridad para frenar los robos. La cooperativa valenciana Consum ha renovado el sistema de arcos y alarmas en la mayoría de sus 450 establecimientos con nueva tecnología.
En un supermercado de la Travessera de Dalt (Barcelona), salta a la alarma cuando un comprador sale del establecimiento. El encargado de seguridad retira una bandeja con bistecs. “Hay que quitarle la alarma. Ahora también protegemos esto porque nos lo roban mucho”, explica.
Los sistemas de seguridad que ahora también han llegado a la carne, las pastas dentales e incluso a la crema Nivea ya se aplicaban a las botellas de aceite de oliva, los ibéricos, las cuchillas de afeitar y a las bebidas alcohólicas (que se envuelven en carcasas de plástico), los productos más buscados por quienes cometen hurtos en este tipo de establecimientos.
130.000 robos al año
Casi ningún supermercado ofrece datos de su política de seguridad ni de sus pérdidas por robos. Todos han decidido que las agrupaciones sectoriales se erijan como portavoces de este tema incómodo. Una de las asociaciones que trabaja el problema, Aecoc, celebrará el próximo 15 de noviembre un seminario con un centenar de responsables de seguridad de las grandes cadenas de alimentación para valorar la evolución del problema.
Los responsables han adelantado que, tras una mayor inversión en sistemas de seguridad, esperan una pérdida menor por hurtos. El año pasado se registraron 130.000 incidentes de los cuales sólo fueron denunciados ante la policía unos 18.000, según los datos de los distribuidores.
La mayoría de las empresas del sector han aplaudido la reforma del código penal emprendida por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, para endurecer las penas contra los reincidentes que, a su juicio, forman grupos organizados responsables de la mayoría de los robos.