Emprender en el sector agroalimentario: desafíos, retos y herramientas para llegar lejos
Relevo generacional, digitalización y brecha de género están entre las barreras que encuentran los emprendedores en el campo y que Agrobank enfrenta con proyectos de innovación y modernización
Jaime Campos, de Agrobank, y Álvaro Díez Martí, de Pistachos de Madrid.
¿Por qué es tan difícil emprender en el sector primario? El coste de inversión, el coste de oportunidad y la falta de profesionalización se cuentan entre los principales frenos que topan la entrada de nuevos proyectos al sector agroalimentario.
Barreras, sin embargo, que no pudieron con Álvaro Díez, un abogado treintañero que hace nueve años cambió su despacho en el centro de Madrid por una empresa agrícola de pistachos en la localidad de Colmenar de Oreja.
Junto a Jaime Campos, director de AgroBank, la línea de CaixaBank especializada en el sector agroalimentario, Díez explica su experiencia en una nueva edición del Observatorio sobre emprendimiento en el sector agroalimentario de Economía Digital y Caixabank.
Un momento ‘crítico’ para el campo
En 2030, un 60% de todos los agricultores y ganaderos en España estarán en edad de jubilación, apunta Jaime Campos, un dato que convierte en “crítica” la entrada de nuevos hombres y mujeres al sector primario.
El relevo generacional se une, a su juicio, a otros desafíos como la mayor integración de la mujer al campo, un aspecto para el que Agrobank cuenta con programas específicos como ‘Crecemos juntas – Proyecto Mentoras Rurales’, para mujeres emprendedoras en el medio rural.
La digitalización, clave en muchos otros sectores, es también determinante para el agroalimentario. Un desafío en el que AgroBank acompaña a las explotaciones a través de diferentes iniciativas como AgroBank Tech Digital Innovation o la solución AgroBank Hub, una plataforma con cuatro secciones: actualidad, herramientas, marketplace y comunidad.
Y, por supuesto, la financiación, clave en cualquier empresa y que aquí adquiere sus propias especificidades, que requieren estructuras financieras muy ajustadas a las necesidades de cada explotación.
Sobre todas ellas, recalca Jaime Campos, destaca el “asesoramiento especializado” que va desde el diseño de la estructura financiera al acompañamiento en el desarrollo y la consolidación.