Aena fía el ‘boom’ urbanístico de El Prat a la inversión privada
El gestor aeroportuario Aena comercializará 328 hectáreas en El Prat con una inversión total de 1.264 millones de euros
Pistoletazo de salida a uno de los proyectos más ambiciosos en la cartera de Aena: el plan inmobiliario para explotar el entorno de sus aeropuertos. Con Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat como punta de lanza, el gestor aeroportuario ya desvela sus propósitos en Cataluña: una inversión de 1.264 millones de euros –la mayor parte de fondos privados– para la comercialización de 328 hectáreas.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, desveló este miércoles que el sector privado será vital en el desarrollo urbanístico del complejo. “Las empresas deben tomar un papel protagonista en la inversión y comercialización de los metros cuadrados”, explicó. No obstante, no reveló qué porcentaje de los 1.264 millones de euros corresponderá a la cotizada.
Mientras Aena elabora una estructura paralela que tenga como actividad principal el desarrollo inmobiliario, sí ha distribuido la superficie existente en cinco ejes. De inicio, 215 hectáreas se verán inalteradas por motivos medioambientales y no se podrán comercializar. Simplemente se habilitarán espacios para preservarlos y hacerlos accesibles a la población.
El desarrollo de Aena en El Prat equivale a 470 campos de fútbol
Las 328 hectáreas restantes se destinarán a cuatro usos. El espacio, equivalente a 470 campos de fútbol y 1,5 veces la Operación Chamartín, se destinará a la atracción de empresas, principalmente del sector tecnológico. Así, 75 hectáreas se destinarán a empresas de carga y e-commerce, con naves robotizadas y de altura suficiente.
Otras 58 hectáreas se transformarán en un parque logístico, para el que ya existe interés por parte de algunas compañías tecnológicas y necesitadas de un centro de distribución cercano a Barcelona. Alibaba ya admitió hace semanas del interés por establecerse junto a la capital catalana. Al norte de esta zona se destinarán 49 hectáreas a la creación de una ciudad aeroportuaria con hoteles, restaurantes, centros de negocios y oficinas.
A largo plazo –el proyecto tiene un marco de construcción de 20 años– se edificará un complejo de oficinas en entornos rurales para que los emprendedores e investigadores puedan estar rodeados de ganado y huertos. Un concepto que parece estar muy de moda entre las tecnológicas.
Por última, 51 hectáreas se enfocarán hacia la industria aeronáutica con la creación de hangares y almacenes.