Aena se arriesga a una cascada de juicios con sus inquilinos tras el choque por los alquileres
La compañía no amplió por segunda vez el plazo para negociar y ya espera cobrar lo ofrecido a los establecimientos
Aena no ha querido dar más tiempo para negociar los alquileres con sus inquilinos. La compañía participada por el Estado cerró ayer, martes, su periodo para recibir el sí de sus arrendatarios. Quienes hayan firmado se beneficiarán de una rebaja del 50%; quienes se hayan negado deberán pagar igualmente, pero sin beneficiarse de ninguna ventaja.
Todos los arrendatarios de este segundo bloque tienen ahora abierta la vía judicial. Es una carta que ya han jugado algunos pequeños comercios, como Zea Retail, que ha conseguido algunas victorias y otras derrotas en distintos juzgados de primera instancia.
En los casos favorables, Zea Retail ha conseguido que la justicia impida de manera cautelar la ejecución de los avales que el gestor aeroportuario tiene reconocidos en caso de impago. Es la esperanza que tienen ahora el resto de establecimientos que están en la misma situación.
Fieldfisher Jausas es el bufete que representa a la Asociación de Comerciantes de Aena
De entre todas las empresas que están bajo el techo de Aena (200 aproximadamente), medio centenar ya se ha adherido a la organización Asociación de Comerciantes de Aena, cuya representación legal corre a cargo del bufete Fieldfisher Jausas, especializado en la defensa de empresas y de grandes patrimonios.
¿Quiénes se oponen a la propuesta de Aena? De acuerdo a las fuentes consultadas, la mayoría de establecimientos, aunque muchos de ellos mantienen silencio. Por ejemplo, en el bloque del no lo forman los restaurantes como los que son parte del grupo Áreas, que no ha querido hacer comentarios a preguntas de este medio. En el lado del sí a Aena, aproximadamente hay 20 empresas.
Otros establecimientos, como los de Inditex, están al margen de este enfrentamiento porque decidieron cerrar sus tiendas en verano y, desde entonces, no las tienen abiertas. El gigante textil propiedad de Amancio Ortega comunicó su decisión de abandonar los establecimientos de Zara y Massimo Dutti, entre otros, que tiene desplegados en los aeropuertos de España.
La Asociación de Comerciantes de Aena asegura que ha emplazado al Gobierno a mediar en el conflicto
Aena, por su parte, siempre ha defendido su postura en que no es una empresa pública financiada a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y que, con su propuesta, está ofreciendo asumir parte de las pérdidas de los negocios.
La vía judicial parece todavía más clara tras el posicionamiento del Gobierno, que se ha colocado de perfil en este conflicto y no ha mediado. Los comerciantes hicieron un llamamiento a Transportes, Trabajo e Industria, pero ninguno ha contestado. Fuentes de Transporte, sin embargo, comentaron a Economía Digital el lunes que no habían recibido ninguna notificación.
La falta de voluntad de Aena de renegociar los contratos durante más tiempo se constató, ayer, martes. Pese a que fuentes cercanas a los inquilinos esperaban una nueva extensión del periodo de negociaciones como sucedió en enero (primero pasó de ser el 25 de enero a ser el 2 de febrero), la compañía aeroportuaria cerró su plazo como había previsto.
Rebaja del 50%, con condiciones
El problema central por el que chocan inquilinos y casero está en la denominada Renta Mínima Garantizada (RMGA). Es la parte fija que los arrendatarios liquidan cada año (ahora en febrero este 2021) y que va ligada a otra parte variable, condicionada por las ventas, pero que en este caso se abona mes a mes.
La propuesta es, por tanto, para la parte fija y en líneas generales es la siguiente: una quita del 50% de este pago anual y renunciar a acciones judiciales en un futuro contra el gestor aeroportuario o, por contra, pagar el 100% como antes de la pandemia.
Aceptar la oferta de Aena supone renunciar a la vía judicial en un futuro
Hay que apuntar que Aena también incluye exención de todo el pago en distintos casos: para el periodo correspondiente a entre mediados de marzo y mediados de junio (cierre provocado por el estado de alarma) y para los negocios que están ubicados en terminales que están cerradas ahora mismo.
Pero muchos inquilinos lo ven insuficiente. Consideran que a partir de septiembre no hay ningún indicador que apunte a que los niveles de consumo o tráfico aéreo vayan a ser los mismos que se registraban antes de la crisis epidemiológica.