El adelanto electoral da margen para negociar con Iberdrola, Endesa y Naturgy el futuro nuclear
El PP quiere alargar la vida útil de las centrales nucleares, pero se trata de una negociación que requiere un tiempo que ahora se ha ganado
El 2024 suponía la fecha de no retorno para la energía nuclear en España. En principio, 2027 es el año en que se empezará a apagar esta tecnología, en concreto, en la central de Almaraz. Sin embargo, el Partido Popular aboga por alargar su vida útil. Una cuestión compleja por fechas y duración de las negociaciones. Pero ahora, con el adelanto electoral -y donde el PP ha dado un golpe sobre la mesa-, el escenario ha cambiado por completo. Algo que ofrece mayor margen para dialogar con los propietarios (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP).
La opción de que Alberto Núñez Feijóo fuera presidente del Gobierno era una realidad. Algo que ahora toma forma tras los resultados de las elecciones municipales y autonómicas. No obstante, para los intereses del sector nuclear -que se alineaban con las ideas del Partido Popular en este ámbito-, los tiempos suponían un problema.
Con las elecciones a final de año -como estaba previsto-, y lo que podría tardarse en formar Gobierno, esa fecha de no retorno para reprogramar el calendario de cierre de las centrales nucleares era muy justo. Demasiado. Sin embargo, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, la situación da un vuelco con este adelanto electoral que, si no hay excesivos problemas, puede terminar con un ‘gobierno azul’ antes -casi- de terminar el verano.
También señalan dichas fuentes que, en caso de mantenerse el actual Ejecutivo, todo dará igual. El equipo de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, no va a mover ninguna pieza de su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y, por lo tanto, la defunción de la energía nuclear en España empezará el próximo 2027, y terminará en 2035.
El PP mantiene su discurso nuclear
Ante este escenario, el futuro de la energía nuclear ha puesto de cara sus intereses con el adelanto electoral. En concreto, según adelantó ECONOMÍA DIGITAL el pasado verano, el Partido Popular cerraba todos los frentes posibles para llevar en su programa una mayor vida útil para las centrales de esta tecnología. De hecho, se reunió con patronales, organizaciones sectoriales y demás para dejar cerrado ese potencial cambio de planes.
Aunque en este tiempo también han surgido contratiempos que, de nuevo, se ven ahora favorecidos por el adelanto electoral. Entre otras cosas, los propietarios de las centrales, sobre todo, Iberdrola y Endesa, dejaron claro a finales del pasado ejercicio que su política nuclear se adaptaría al Gobierno de turno en función de seguir operando o no. Pero, y lo dejaban claro, querían una retribución fija por su actividad.
En este sentido, tal y como ha contado este medio en fuentes del PP, la formación azul está dispuesta a negociar esta situación. Algo para lo que, nuevamente, se necesitaba tiempo.
La nuclear: cuestión de tiempo
Al margen de esas negociaciones previas con las empresas, que al final son parte esencial, hay otras cuestiones temporales que no podían alargarse más allá de 2024. Una de ellas tiene que ver con la compra de materias primas, lo que incluye el combustible (uranio); así como el aprovisionamiento para las centrales, sobre todo, la de Almaraz.
De igual manera, la negociación para alargar la vida útil del parque nuclear llevaba consigo renovación de licencias, así como permisos por parte del Centro de Seguridad Nuclear (CSN); o las negociaciones con Enresa para reacondicionar a gestión de los residuos.
Estas situaciones ganan una nueva perspectiva si, finalmente, consigue gobernar Núñez Feijóo y, encima, forma gobierno antes de que llegue el invierno. Eso supondría un debate más sosegado sobre el futuro de la energía nuclear. Al menos, no existiría la urgencia que habría si las elecciones hubieran sido a finales de 2023.