Acciona sólo ha invertido una quinta parte de lo comprometido en ATLL
La concesionaria ha destinado hasta ahora 5,7 millones de los 30 previstos en la oferta que hizo para ganar el concurso de Aigües Ter Llobregat
El consorcio que se adjudicó la concesión de Aigües Ter Llobregat (ATLL), liderado por Acciona, está incumpliendo las inversiones comprometidas en la compañía y en la red de agua del área metropolitana de Barcelona, que abastece a 4,5 millones de personas. En los tres años de concesión, desde 2013, la inversión realizada ni siquiera ha llegado a una quinta parte de lo previsto.
Según la documentación de inversiones realizadas desde el inicio de concesión, a la que ha tenido acceso Economía Digital, la inversión de ATLL ha sido de 5,67 millones de euros. Esta cifra ni se acerca a los más de 30 millones comprometidos por Acciona en su oferta para hacerse con ATLL, que resultó ganadora. En los primeros diez años, la inversión total prevista es de 139 millones.
Incumplimiento generalizado
De las 37 actuaciones de inversión que debían realizarse, Acciona sólo ha cumplido o incluso incrementado la inversión en dos de ellas, mientras se ha quedado por debajo en cinco de ellas. En el resto no ha invertido, bien sea porque no ha cumplido con lo previsto o porque ya no preveía inversiones a pesar de que el pliegue de condiciones de la adjudicación del Govern lo reclamaba.
Por ejemplo, el pliegue estimaba una inversión de 12 millones para el plan sistemático de mejoras de la red, que Acciona redujo a 9,1 millones en su oferta, pero de los que sólo ha invertido algo más de 420.000 euros. En las obras de extensión de la red, otro de los principales capítulos de inversión y en el que más esfuerzo ha hecho, se ha quedado en menos de la mitad de lo previsto, con sólo 4,3 millones.
Por debajo de lo que establecía el concurso
Si se compara la inversión total realizada hasta ahora con la que pedía el Govern en el pliegue de condiciones de la licitación (algo más de 39 millones), la rebaja todavía es mayor. Sin embargo, Acciona presentó un plan que demoraba algunas actuaciones, que resultó ganador, y siempre ha defendido que podía desplazar las inversiones.
Sin embargo, esta infrainversión fue lo que llevó a Agbar, que lideraba la otra oferta por hacerse con la concesión por 50 años de ATLL, a recurrir la adjudicación al Órgano Administrativo de Recursos Contractuales de Cataluña (OARCC). Este órgano, creado por el Govern, sorprendió dando la razón a Agbar, en contra del criterio del propio Govern, y considerando que Acciona debió haber sido excluida del concurso al no cumplir con sus condiciones.
Una gran privatización, muy polémica
El concurso se celebró en 2012 y suponía la primera gran privatización del Govern de Artur Mas. El consorcio formado por Acciona, el banco brasileño BTG Pactual y algunas familias catalanas, como los Godia y los Rodés, se impuso al de Agbar porque ofrecía un precio del agua más competitivo. El canon de la concesión fue de 995 millones, de los que la Generalitat ingresó cerca de 300 en el momento de la firma.
Agbar recurrió al OARCC y, cuando éste le dio la razón y dictaminó que Acciona no podía ser la adjudicataria, el Govern y Acciona recurrieron la resolución al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Éste terminó fallando que ni Agbar ni Acciona, que el concurso debía repetirse.
El Govern tiene recurrido este fallo ante el Tribunal Supremo (TS), el órgano superior que deberá tomar la decisión definitiva. En caso de quedar anulado el concurso, le costaría a la Generalitat 326 millones de euros, según cifró el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, entre devolución de los 300 millones del primer pago, las inversiones realizadas e intereses.