Acciona debe afrontar en la bolsa el desmorone de sus negocios de agua
La pérdida de ATLL, pendiente de fecha definitiva, es la última concesión fracasada que se ha gestionado desde la división
Acciona se enfrenta este lunes a una jornada clave en el parqué. La sesión del lunes será la primera tras el anuncio de la pérdida del contrato que mantiene la división de agua de la compañía: Aigües Ter Llobregat (ATLL).
En el seno de la firma de infraestructuras hay nervios por si el revés en esta concesión se lleva por delante un año en el que se ha conseguido elevar el valor de los títulos desde los 38,40 euros con los que iniciaba 2014 hasta los 55,3 con los que cerraba la jornada bursátil del pasado viernes.
Minimizar la exposición a las renovables
La cúpula de Acciona, controlada por la familia Entrecanales, modificó la estrategia de la compañía para minimizar su exposición al sector de las renovables, cuyos márgenes se han lastrado con la reforma energética.
Además de desinvertir en activos que habían señalado como no estratégicos (y han servido para presentar unos excelentes resultados trimestrales con los beneficios duplicados), también dio sus primeros pasos en nuevos sectores para el grupo. El sector del agua se enmarca en esta última línea de acción, aunque los resultados no han sido los esperados.
Varios fracasos
Sobre el papel, la división alcanzó una cifra de negocios de 585 millones en 2013 y generó 53 millones de euros para el grupo. Es una de las más pequeñas de Acciona, con 2.806 empleados, pero no debía sufrir a priori por caer en números rojos. El problema es que el tropiezo de ATLL no ha sido aislado.
El contrato catalán era el más importante que controlaba por volumen (gestión de toda el agua en alta de Barcelona y su área metropolitana por 50 años y casi 1000 millones) y los Entrecanales ya han dejado claro a la Generalitat que lo defenderán con uñas y dientes ante el tribunal que sea necesario.
Varapalo en Cataluña, Cáceres y Madrid
Aún no hay fecha de final para la concesión, ya que el Govern de Artur Mas creará hoy la nueva mesa de contratación que diseñará cómo cumple con la resolución del Tribunal Supremo y anula la concesión.
Este varapalo judicial se une al del pasado febrero, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura anuló el concurso en el que resultó adjudicataria Acciona para el abastecimiento de agua potable, alcantarillado y depuración de aguas en la ciudad de Cáceres. Anteriormente, la compañía tiró la toalla en el Canal Isabel II, el grupo que gestiona los recursos hídricos de la Comunidad de Madrid.
Compensar en Omán
Más allá de varios contratos menores que la división ha conseguido en España, la cúpula de Acciona ha mirado al exterior para intentar salvar su negocio del agua.
Por el momento, ha conseguido pactar con el consorcio Sogex Omán para realizar el mantenimiento de una desaladora de agua de mar por un importe de 20 millones en el país del suroeste de Asia. También se ha llevado un encargo de la Comisión Europea para diseñar cómo mejorar la calidad del agua depurada y reducir el consumo energético en depuradoras. El estudio piloto, que se enmarca en el plan Life , se realizará en la infraestructura de Almuñécar (Granada).
Las cifras de estos negocios se quedan muy por detrás de los contratos de ATLL, el más cuantioso de las dos legislaturas de Mas, y el de Cáceres.
Acciona tiene un examen en los mercados.