Abertis vende una autopista en Francia por 222 millones
El grupo controlado por los Benetton y Florentino Pérez cierra un acuerdo con Eiffage para ceder su participación del 35% en la A-65 francesa
Abertis perderá una parte de su presencia en Francia a cambio de incrementar su liquidez. La compañía española ha llegado a un acuerdo con el grupo galo de infraestructuras Eiffage para ceder su participación en la autopista A-65 por un importe de 222 millones de euros.
El grupo controlado por la familia Benetton y Florentino Pérez mantenía hasta ahora el control del 35% de la concesionaria A’lienor que gestionaba esta ruta. La venta del capital dejará el poder ahora en manos de su principal accionista en el país vecino.
La A-65 es una autopista de cerca de más de 150 kilómetros de longitud que recorre el suroeste del territorio francés, desde la ciudad de Langon hasta la de Pau, justo por encima de la frontera con España a través de los Pirineos.
La transacción se ha llevado a cabo después de que Eiffage haya ejercido su derecho al tanteo sobre la operación. Además, el grupo francés también se quedará con todo el capital social de Sanef Aquitaine, el operador de explotación y mantenimiento de A’liénor, según ha informado en un comunicado.
El cierre de la venta está sujeto a la autorización definitiva por parte de las autoridades de Competencia en Francia, así como de los prestamistas. De esta manera, no se espera que se materialice de forma definitiva hasta finales del 2021.
Abertis mantiene 1.610 kilómetros de autopistas en Francia, su mayor mercado
A pesar de este cambio, Abertis seguirá controlando cerca de 1.610 kilómetros de carreteras gracia al control de otras nueve autopistas en el territorio francés que gestiona con las concesionarias Sanef, Sapn y Alis.
Francia es el mayor mercado del grupo de infraestructuras español, ya que generó el 36% de los ingresos en el ejercicio 2020. Su red de autopistas además es fundamental para conectar territorios como Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Reino Unido.
La cesión de las autopistas se produce en un momento convulso, después de que la compañía se haya visto obligada a despedir a 340 trabajadores en España por el final de las concesiones de las autopistas de Cataluña tras el verano. Mientras las presiones del Gobierno de Argentina para no renovar otros dos contratos amenazan con desencadenar una batalla legal en el país Sudamericano.