El Santander y el Sabadell huyen de Abengoa
El Santander vende la mayoría de su participación días después de convertirse en primer accionista, mientras el Sabadell es el primer banco en salir de Abengoa
El Sabadell fue hace un año el primer banco en vender la mayor parte de su deuda de Abengoa, y ahora se ha convertido en el primero en abandonar el capital del grupo andaluz, al vender su 3,18%. Y no ha vendido sólo: el Santander se ha deshecho de un 7,28%, por lo que ha dejado de ser el primer accionista de la compañía pocos días después de alcanzar dicho puesto, según consta en los registros de la CNMV.
Ambas entidades, junto con otros bancos acreedores de Abengoa, afloraron el 31 de marzo en su capital después de recibir acciones a cambio de perdonar parte de la deuda. El Santander, con un 10,45%, y el Sabadell con un 3,18%. Pese a estar la acción en su peor momento –desde el 31 de marzo se paga a menos de 10 céntimos–, estos dos bancos han decidido no esperar y huir de Abengoa.
El Sabadell lo ha hecho por completo. La entidad que preside Josep Oliu cree que ya ha perdido suficiente y ha preferido salir, por lo que ha vendido su participación en los últimos días, según han confirmado fuentes del banco, por un total alrededor de los 10 millones de euros. El Santander, por su parte, se ha quedado con una participación del 2,41%.
Adiós a Abengoa: el Santander y el Sabadell venden en pleno hundimiento de la acción
La nueva Abengoa repartió la mitad de su capital entre bonistas y fondos, un 40% para la banca acreedora, un 5% para avalistas y un 5% para algunos antiguos accionistas. Con la desinversión del Santander, el francés Crédit Agricole emerge como el primer accionista de Abengoa, con el 8,77%, seguido por Caixabank (5%), Bankia (4,64%) y el Popular (4,58%).
La entrada de la banca acreedora en el capital del grupo de ingeniería coincidió con la ampliación de capital fruto del acuerdo entre Abengoa y las entidades, por el que éstas inyectaban 1.169 millones para salvar a la compañía. La llegada al mercado de 16.000 millones de acciones nuevas hundió su cotización desde los 87 a los 6 céntimos en la última semana de marzo.