Abengoa ‘pilla’ con su quiebra al Estado y al Santander
De los casi 25.000 millones de pasivo, cerca del 20% está en manos españolas. Unos 4.000 millones, de los que el Banco Santander suma 1.600 millones y otros 800 millones el Estado, a través del ICO, Cesce y el 61% de Bankia
Abengoa, la histórica empresa sevillana de ingeniería fundada en 1941 por la familia Benjumea, va a celebrar su 75 aniversario, el próximo 4 de enero, inmersa en una situación más que complicada, con la quiebra llamando a sus puertas y con un pasivo de 24.740 millones de euros.
Si antes de marzo no alcanza un acuerdo con sus decenas de acreedores, entrará en concurso un grupo en el que trabajan 24.225 empleados. Unos 5.500 en España (en su mayoría en Andalucía) y, el resto, en el exterior.
Negativa de los bancos a Gonvarri
Al final, tras un sinfín de tiras y aflojas, los bancos, de momento, han girado el dedo hacia abajo en esta historia, y no han dado pie a que saliera adelante el último de los intentos por salvar a la ingeniería especializada en proyectos renovables.
El que hace dos semanas presentó la empresa burgalesa Gonvarri, del grupo vasco Gestamp, para repartir en dos tandas la ampliación de capital por 650 millones de euros, acordada por la junta de accionistas el pasado 10 de octubre.
Deloitte ya lo dejaba caer el pasado 13 de noviembre, en su informe sobre los resultados de Abengoa al cierre del tercer trimestre. «Los problemas para acceder tanto a los mercados de deuda como a las renovaciones de algunas líneas de circulante indican la existencia de una incertidumbre que puede generar dudas significativas sobre su capacidad para continuar como empresa en funcionamiento», apuntaba la auditora.
Listado interminable de acreedores
En el reparto de ese pasivo, la lista de acreedores resulta interminable, con las entidades españolas y el Estado (a través del ICO y de Cesce, la Agencia de Crédito a la Exportación que gestiona los seguros por cuenta del Estado), repartiéndose unos 4.000 millones, la sexta parte del pasivo.
Los 20.000 millones restantes se los debe Abengoa a unas 60 entidades financieras extranjeras, con el HSBC, la sueca EKN y Crédit Agricole a la cabeza, con una exposición conjunta, entre los tres, de casi 1.800 millones de euros.
BBVA, como con Sareb, tampoco se expuso
Como ya sucediera con la financiación de la Sareb, el BBVA sería el único banco español que evitaría el contagio de la quiebra de Abengoa, con una exposición que apenas llega al millón de euros.
Además de los casi 600 millones aportados tanto por Bankia como por Caixabank, en el listado de acreedores también figuran Sabadell y Popular, con más de 300 millones, Bankinter, con unos 200 millones, y tres cajas (Abanca, Kutxabank y Unicaja), con exposiciones inferiores a 100 millones de euros. También la aseguradora Mapfre figura como acreedor con unos 150 millones.
Pasivo asignado y no asignado
A la hora de desglosar su pasivo, Abengoa lo divide en asignado y no asignado. El primero sería la deuda financiera propiamente dicha que, a 30 de septiembre, era de 6.290 millones. Con 5.677 millones de deudas a los bancos y bonos, más de 3.000 millones de financiación de proyectos y 38 de arredramientos financieros. Unos 8.800 millones brutos que se ven minorados por 1.280 millones de inversiones financieras y 1.220 millones de efectivo.
Quedarían otros 16.000 millones de pasivo no asignado, entre los que se encontrarían los préstamos corporativos, el capital circulante y otros ‘project finance’.
Deuda corporativa
En el caso de la financiación corporativa, Abengoa tuvo que aumentarla en 500 millones de euros entre enero y septiembre, hasta 5.828 millones de euros, debido a la disposición de los fondos del préstamo sindicado, así como por la emisión de bonos canjeables de la filial Abengoa Yield, por 279 millones de dólares estadounidenses, del bono ordinario, con vencimiento en 2020, por 375 millones de euros, la disposición de 74 millones del préstamo concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y nuevos préstamos a largo plazo respaldados por Cesce, la agencia de crédito a la exportación.
Por la actividad que desarrolla, y a pesar de contar con el respaldo de los bancos para financiar los proyectos, Abengoa suele tirar de financiación puente. Necesaria para iniciar las obras cuanto antes para poder cumplir con los plazos previstos de entrega, ya que las entidades financieras suelen aportar el dinero al finalizar los proyectos, debido a que la documentación técnica y legal resulta muy prolija. A 30 de septiembre, Abengoa sumaba 3.075 millones de euros por financiación de proyectos.
Circulante
La tercera gran pata del pasivo de Abengoa es la deuda generada por el capital circulante, que asciende a casi 8.000 millones de euros, y sin el que la empresa de ingeniería no puede funcionar. Líneas de crédito con los que la empresa de ingeniería suele tirar para pagar a proveedores, y con las que los bancos presionan para el pago de la deuda corporativa.
A 30 de septiembre, Abengoa debía 2.203 millones de euros a proveedores, canalizados a través de estos contratos, que sumaban 1.233 millones de depósitos, y cuya no renovación lleva al colapso de la empresa.