Abengoa guarda bajo llave los 3.500 millones perdidos hasta junio
Recta final para recabar las adhesiones al acuerdo de rescate, convocar la junta de accionistas y presentar las cuentas del primer semestre. Simultáneamente, se celebrará el juicio por las impugnaciones de las adhesiones al standstill de marzo
Y ahora, como entonces, el grupo de ingeniería presidido por el ‘interino’ Antonio Fornieles –los mismos que le auparon en marzo, quieren prescindir de sus servicios en la nueva etapa que se avecina– vuelve a verse abocado a una nueva encrucijada.
Nunca se sabe lo que puede pasar
«En Abengoa nunca se sabe lo que puede pasar. Son muchos los negociadores y, aunque todos quieren lo mismo, evitar el concurso, cada vez que hay que redactar un documento legal la cosa se eterniza», apuntan fuentes de los acreedores financieros.
Es la única razón por la que los abogados representantes de bancos, bonistas y fondos hayan necesitado seis semanas para consensuar un texto del agrado de todos. El que, ahora, será remitido a todos los acreedores para intentar recabar las adhesiones de, al menos, el 75% de los 8.500 millones de euros de pasivo.
Las nuevas adhesiones, mero trámite
Aunque algunas fuentes calculan que se necesitarán dos o tres semanas para alcanzar ese porcentaje, otras aseguran que este paso se convertirá en un metro trámite, pues ya son muchos los acreedores que han dado su beneplácito.
La confirmación del inicio del proceso de adhesión al plan de rescate va a coincidir con la obligatoria convocatoria de la junta de accionistas que refrende el acuerdo y acometa la enésima reestructuración organizativa en diez meses, y con la presentación del balance de la multinacional al cierre del primer semestre.
Las ventas siguen bajo mínimos por alta de actividad
Abengoa prácticamente agotará el plazo de tres meses fijado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) desde el cierre trimestral. Todo para evitar que se hubiera conocido un dato que se presume muy negativo –de unos 3.500 millones de pérdidas– en plenas negociación del acuerdo de rescate.
Unas cuentas que, como ya ocurriera en el primer trimestre –saldadas con unas pérdidas de 340 millones– volverán a verse afectadas por la ralentización del negocio operativo y al impacto negativo registrado en la valoración de ciertos instrumentos financieros registrados como gastos financieros.
En esta ocasión, la comparativa se hará respecto al primer semestre de 2015, cuando todavía el grupo no había entrado en preconcurso y figuraba en el perímetro de consolidación la filial estadounidense Atlantica Yield.
Entonces, el importe neto de la cifra de negocio ascendió a 2.160 millones para lograr unos beneficios de 72 millones de euros.
Poco recorrido para las impugnaciones al standstill de marzo
De manera simultánea a la comunicación de todos estos hechos relevantes antes del próximo 30 de septiembre, la próxima semana se va a celebrar el juicio por las demandas interpuestas para impugnar las adhesiones recabadas para respaldar el acuerdo de espera homologado el pasado mes de marzo.
El lunes 26 están citados como testigos el notario que refrendó dicho acuerdo, el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, y los representantes de las entidades financieras firmantes. El miércoles será el turno de los peritos, entre ellos el de una aseguradora que, efectivamente, concluye que no concurrían las circunstancias para homologar diversas adhesiones.
No obstante, todo apunta a que este juicio quedará solapado con la presentación de las nuevas adhesiones al plan de rescate, ya que la sentencia del juez no estará lista hasta finales de octubre, mucho después de que el propio magistrado haya homologado, antes del 28 de septiembre, el definitivo plan de reestructuración.