Abengoa, en manos de los tenedores de 3.200 millones de deuda
Bancos y bonistas buscan que el resto de acreedores, hasta alcanzar el 75% del pasivo, se adhieran al acuerdo de refinanciación para evitar la quiebra de la multinacional sevillana
Tras quedar apartado de la negociación el ex presidente de Abengoa, Felipe Benjumea, los avances entre bonistas y acreedores para alcanzar un acuerdo de reestructuración financiera, que evite la entrada en concurso de la multinacional sevillana, han sido vertiginosos. Y, al final, ha habido fumata blanca.
Ahora, queda por ver si ese acuerdo cuenta con el respaldo de, al menos, tenedores de deuda por un importe de 3.200 millones de euros, para alcanzar el 75% del pasivo necesario de adhesiones que la ley establece para refrendar el acuerdo.
Hasta 1.800 millones de inyección financiera
El acuerdo entre bancos y bonistas, que aglutinan algo menos del 40% de la deuda corporativa de Abengoa (2.400 y 1.500 millones, respectivamente), establece finalmente una inyección financiera de entre 1.500 y 1.800 millones, a devolver en cinco años, que pondrían los bonistas, y que les garantizaría quedarse con el 55% del capital de la nueva empresa.
Dicha financiación tendría un rango superior a la deuda antigua y estaría garantizada con determinados activos, incluyendo acciones libres de Atlántica Yield.
Los bancos se quedan con el 40%
Por su parte, los bancos, aglutinados en torno al G-7, con el Santander a la cabeza, se quedarían con el 35% del nuevo capital, tras convertir en acciones un 70% de la antigua deuda mediante una ampliación de capital. Y aumentarían ese capital en un 5% adicional al aportar los 800 millones de avales que la empresa necesita.
La deuda financiera correspondiente a las líneas de liquidez concedidas a Abengoa, en septiembre y diciembre de 2014, por un importe total de 231 millones será objeto de refinanciación mediante la extensión de su plazo por dos años.
Los Benjumea, si pagan, llegarían al 10%
Además, la deuda estará garantizada con las acciones de Atlántica Yield. Podría ser amortizada anticipadamente en caso de venta de las acciones o emisión de un canjeable sobre dichas acciones.
Al término del proceso de reestructuración, los Benjumea y el resto de accionistas históricos, aglutinados en torno a Inversión Corporativa, se quedarían con un 5% de la nueva empresa. Y podrían llegar al 10% si, en un plazo de cinco años, satisfacen tanto las cantidades adeudadas, en virtud de la nueva financiación que se aportase en el marco de la reestructuración, como la deuda existente, incluyendo sus costes financieros.
Como también se había barajado, se prevé la unificación en una sola las dos clases de acciones existentes en la actualidad.