Ocho de cada diez espaƱoles participaron en juegos de azar en 2022
La encuesta Ā«Juego y Sociedad 2023Ā» de CeJuego destaca que un 18% de los usuarios los consideran parte de su entretenimiento
Casi el 84% de la poblaciĆ³n espaƱola entre 18 y 75 aƱos, 22,9 millones de personas, ha jugado a algĆŗn juego de azar en el Ćŗltimo aƱo. Esta es la principal conclusiĆ³n de la encuesta Juego y Sociedad 2023 que elabora anualmente el Consejo Empresarial del Juego (CeJuego).
El estudio, presentado en la sede de la ConfederaciĆ³n de Empresarios de la Comunidad Valenciana, destaca que un 17,9% de los usuarios consideran la actividad como una parte normal de su entretenimiento. En comparaciĆ³n con otras actividades de los espaƱoles, el juego se sitĆŗa seis puntos por debajo del teatro (24,5%), casi dos puntos por encima de la pintura (16,1%), dobla al nĆŗmero de personas que tocan instrumentos musicales (9,6%) y quintuplica a los que van a la Ć³pera (3,3%).
Asimismo, al margen del juego pĆŗblico (LoterĆas del Estado y productos de juego de la ONCE), los espaƱoles practica juegos de entretenimiento en casinos, salones de juego, bingos, apuestas deportivas, etc., modalidades en las que el usuario no obtiene grandes premios, sino que āasumen la pĆ©rdida como un intercambio monetario a cambio de pasar un buen rato, como el que compra una entrada para asistir a un evento deportivo o un conciertoā, explica el director general de CeJuego, Alejandro Landaluce.
Descenso del juego tras la pandemia
La pandemia obligĆ³ al cierre temporal de locales y salones de juego y generĆ³ un descenso evidente de la actividad en EspaƱa en el 2020. A lo largo de estos Ćŗltimos dos aƱos, las cifras han ido recuperando paulatinamente los niveles prepandemia con un 82,4% de jugadores en 2021 y un 83,9% en 2022.
En el otro lado de la balanza, el 15-20% de la poblaciĆ³n espaƱola se muestra reacio a jugar. Son personas que sienten aversiĆ³n a la actividad ā por razones ideolĆ³gicas o religiosas, rechazo o recelo de depender de la suerte ā, que residen en hogares con problemas econĆ³micos y tienen menos de 25 aƱos.
El porcentaje de jugadores de timbas en 2022 ha descendido al 1,6% de la poblaciĆ³n de entre 18 y 75 aƱos, es decir, apenas 560.000 individuos, los niveles habituales previos a la pandemia, despuĆ©s de que en 2020 y 2021 esta prĆ”ctica de juego āinformalā ascendĆa a 1,2 millones de personas. Por tanto, cabe afirmar que restringir el acceso al juego regulado en locales provoca un incremento del juego ilegal.
Por otro lado, desde 2013, el porcentaje de poblaciĆ³n entre 18 y 75 aƱos que declara jugar en mĆ”quinas āBā en bares se sitĆŗa entre el 4% y el 5,9%, es decir, 1,4 y 2,1 millones de personas. Hay una tendencia al descenso, lenta y con altibajos.
El porcentaje de usuarios de apuestas en 2022 descendiĆ³ a un 2,3%, por debajo de 2020, aƱo en el que se situĆ³ en 3,7% por razĆ³n de la pandemia. Cabe la posibilidad de que este descenso en la representaciĆ³n se deba a la presiĆ³n social: los usuarios de apuestas sufren una discriminaciĆ³n constante y un seƱalamiento que los empuja a ocultarse.
RelaciĆ³n con el juego en EspaƱa
Landaluce defiende que āel juego es una actividad normal. La gran mayorĆa de la gente tiene una relaciĆ³n normal con ella, es legal y legĆtima. Este sector siempre ha estado y estarĆ” dispuesto a colaborar para avanzar en la protecciĆ³n del usuario con medidas responsables y razonables que permitan que los ciudadanos disfruten del ocio con garantĆas y en libertad sin ser injustamente discriminadosā.
Los datos sobre individuos diagnosticados sugieren que el nĆŗmero de personas con trastorno del juego no excede de 8.000, que equivale a un 0,02% de la poblaciĆ³n entre 18 y 75 aƱos. Los datos indican que EspaƱa tiene una relaciĆ³n normal con el juego. Si bien el juego problemĆ”tico es un grave problema individual para los afectados que requiere atenciĆ³n pĆŗblica y el compromiso del sector empresarial para proseguir con sus polĆticas de juego responsable, no se puede adscribir exclusivamente a la oferta de juego, segĆŗn CeJuego. Un estudio reciente, sobre una muestra de 116 pacientes de centros espaƱoles, seƱala que el trastorno de juego estaĢ asociado a otros desĆ³rdenes mentales en el 97,4% de los casos.
EspaƱa es uno de los cinco paĆses de Europa Occidental que muestran una incidencia mĆ”s baja que en el continente (0,5%), al nivel de Holanda (0,2%), Portugal (0,2%), Alemania (0,3%), Dinamarca (0,3%), Gran BretaƱa (0,3%) y Francia (0,5%).
Gasto en el juego pĆŗblico y privado
El juego privado aporta mĆ”s de 1.700 millones de euros a las arcas pĆŗblicas, segĆŗn las cifras del Anuario del Juego 2023, tambiĆ©n presentado en Valencia. La cifra supera en mil millones a la aportaciĆ³n que hace el juego pĆŗblico, sumando ambas tipologĆas, privado y pĆŗblico, 2.400 millones de euros en recaudaciĆ³n, el equivalente a 18.412 trasplantes de corazĆ³n o 1.406.000 dĆas de hospitalizaciĆ³n en la sanidad pĆŗblica.
El juego privado emplea a 47.000 trabajadores, diez mil mĆ”s que el juego pĆŗblico. El sector crea en total unos 85.000 empleos directos, una cifra similar a la de 2017. Por su parte, las mĆ”quinas B en hostelerĆa sostienen 40.000 empleos. Sumando el resto de los empleos indirectos, se alcanzan 170.000 puestos de trabajo.
El gasto en juego supone el 0,76% del PIB, prĆ”cticamente igualando el gasto registrado en 2019. El 48% de este gasto procediĆ³ de loterĆas gestionadas por el sector pĆŗblico. SELAE ha crecido un 5,7% respecto a 2019 y la ONCE alcanzĆ³ el mismo nivel de ingresos que en 2019 gracias al crecimiento de los rascas de la ONCE, producto especialmente enfocado a los jĆ³venes. Sin embargo, los Cupones de la ONCE y la Quiniela estĆ”n en un claro declive. El gasto en juego privado estĆ” al 89,4% del nivel de 2019.
Las apuestas han entrado en una fase de estabilidad, al igual que los salones de juego, debido en parte a la modalidad online, que ha pasado de los 740 millones de euros a 924, entre un 3,3% y un 4% de jugadores activos.