El sector minorista entra en guerra de rebajas para maquillar junio
Zara adelanta rebajas y se une a Mango, Adolfo Domínguez o El Corte Inglés, que tratan de buscar vías para reducir la caída trimestral del consumo
El sector comercial está haciendo un último esfuerzo para tratar de paliar los efectos del coronavirus en sus cuentas del segundo trimestre, que cerrará en menos de una semana. La marca más emblemática de Inditex, Zara ha dado el paso de adelantar las rebajas -algo que no es habitual en ella-, después de que el gigante propiedad de Amancio Ortega presentara a principios de este mes las primeras pérdidas de su historia. Muchos de competidores –Mango, Adolfo Domínguez– y otras grandes cadenas minoristas como El Corte Inglés, MediaMarkt y Fnac, ya contaban con una gran batería de ofertas y fuertes descuentos, que llegaban al 50%.
Los números de Inditex, que perdió 409 millones entre febrero y abril, son un muy negativo anticipo de lo que puede venir para otras empresas del sector, fuertemente afectadas por los cierres obligatorios durante el estado de alarma, donde las ventas al por menor se redujeron de forma muy significativa, y en muchos casos quedaron supeditas al canal digital.
De acuerdo con el INE, las ventas minoristas se redujeron respecto al ejercicio anterior un 14% en marzo y un 31% en abril. Aunque el proceso de desescalada, que arrancó en mayo, podría haber mitigado la cifra de mayo, las cifras del segundo trimestre, pueden ser muy negativas. Junio, con más actividad comercial y la llegada de los primeros turistas, puede ayudar a maquillar un poco el golpe del mes y, además, las empresas necesitan sacarse de encima el stock no vendido.
Como efecto secundario, las rebajas pueden mantener la presión sobre los precios y la inflación en España, que continúa en tasa negativa. La mayoría de economistas, no obstante, descartan un periodo de deflación prolongado y relacionan la caída de los precios con la evolución del precio del petróleo.
Un cambio en el modelo de negocio
El sector de ventas al por menor se enfrenta a importantes dudas sobre su futuro. Junto a la hostelería, es el que acumulaba el mayor golpe en el empleo hasta finales de mayo y desconocen si el coronavirus puede provocar cambios en los hábitos de consumo, que reduzcan el número de personas que visitan sus centros.
Esta incertidumbre, y el alto número de pequeños empresarios y autónomos que operan en el sector, hace anticipar que se puedan producir cierres de tiendas y pequeño comercio. Si Inditex sirve de ejemplo también en esto, ya ha emprendido la retirada, con el proyecto de clausurar entre 1.000 y 1.200 establecimientos en todo el mundo.