Yolanda Díaz y los sindicatos amagan con sacar el Estatuto del Becario sin Garamendi (CEOE)
CCOO y UGT presionan para que el Ejecutivo dé luz verde a una norma que lleva más de un año negociándose. La patronal dice que, con las Cortes disueltas, no toca
Con el adelanto electoral del 23 de julio, la legislatura de los grandes acuerdos del diálogo social también ha tocado su fin. Y a pesar de que, en los últimos compases legislativos, el Gobierno y los sindicatos están apretando para sacar una de las últimas normas clave del mandato y que no se quede en el cajón: el Estatuto del Becario. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los sindicatos CCOO y UGT han intensificado en las últimas semanas los llamamientos para sacar adelante una norma atascada en la mesa de negociación, pero al borde del acuerdo, a pesar de que las Cortes están disueltas.
«Lo de la CEOE ya no tiene nombre. Entra, sale, tenemos acuerdo… La CEOE dice que quiere incorporarse…», se quejó en una rueda de prensa el líder de UGT, Pepe Álvarez, al ser cuestionado por la situación de esta norma, que lleva un año sobre la mesa de negociación. «Los becarios no tienen por qué esperar a la CEOE ni por qué esperar más«, subrayó Álvarez.
Fuente sindicales han reconocido que es complicado sacar adelante la norma, pero el Gobierno podría hacerlo mediante real decreto-ley y aprobarlo posteriormente en la Diputación Permanente. Si bien hay unas elecciones convocadas para dentro de mes y medio, el Ejecutivo no entrará en funciones hasta el mismo 24-J. Y las Cortes, aunque están disueltas, pueden validar estos decretos, como sucedió ayer con el de las ayudas a la sequía.
Estas voces cuestionan que la CEOE se ponga de perfil, a quien ven ya fuera del marco del diálogo social, y que el Ejecutivo mantenga las modificaciones a las que se accedió para sumar a los empresarios al acuerdo si finalmente este no va a salir adelante.
Un acuerdo a punto de caramelo
El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, ha rechazado de plano un acuerdo para sacar adelante el Estatuto del Becario, una norma mandatada en la reforma laboral y que, por tanto, forma parte de los compromisos adquiridos por el Gobierno con Bruselas. «No veríamos con buenos ojos sacar leyes cuando las Cortes están disueltas (…) no vamos a apoyar ninguna ley», apuntó tajante este lunes el empresario vasco.
Sin embargo, la vicepresidenta no descarta sacar adelante la ley con la firma de los sindicatos y a pesar del rechazo patronal y de encontrarnos en periodo preelectoral. «Le pido al señor Garamendi que recapacite -dijo Yolanda Díaz la pasada semana-. Y, desde luego, mi opinión es que esta norma hay que sacarla adelante«. Desde Trabajo han apuntado que esta norma era la «crónica de un anuncio anunciado».
Los sindicatos se han distanciado de la patronal, a pesar de que hace solo un mes firmaron el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), e incluso han recriminado que no defienda públicamente la reforma laboral, pactada con la CEOE, ante algunos anuncios de cambios en su redacción.
Un pacto solo con los sindicatos
No sería la primera vez que el Gobierno saca un acuerdo del diálogo social únicamente con los sindicatos, a pesar de que se habían acercado las posturas en la mesa con los empresarios. De hecho, en el balance conjunto que los sindicatos han hecho de la legislatura, ambas centrales lo han puesto en valor.
El Ministerio de Trabajo ya firmó solo con los sindicatos varias subidas del SMI o la mejora de las condiciones de trabajo y de Seguridad Social de las personas trabajadoras al servicio del hogar. También el Ministerio de Seguridad Social cerró la segunda pata de la reforma de las pensiones, la que aumenta los ingresos para garantizar su solvencia, solo con las centrales. Por lo tanto, el precedente existe. Para la patronal es un incentivo sumarse a esta clase de normas para evitar que sean más lesivas para sus intereses, pero la cercanía de las elecciones y sus posibles lecturas políticas alejan a los empresarios.
Con todo, las mismas voces sindicales recuerdan que hay que calcular los tiempos para saber si la Diputación Permanente podría dar el visto bueno a un potencial decreto que contenga el Estatuto del Becario. Las Cortes han de dar el visto bueno al texto en un plazo de 30 días desde que fue promulgado. Por tanto, quedarían uno o dos Consejos de Ministros, como máximo, para poder cerrarlo y mandarlo a las Cortes a tiempo para que entre en vigor.