Yolanda Díaz impulsa redistribuir la jornada pese a los recelos sobre la semana laboral de cuatro días
Apenas 41 empresas, con un total de 503 trabajadores, han solicitado participar en el proyecto piloto para probar la reducción de horas sin recorte de sueldo
El Ministerio de Trabajo y Economía Social sigue con los trabajos preparatorios de la que se conoce como Ley de Usos del Tiempo, una propuesta del departamento que lidera Yolanda Díaz para trascender la jornada rígida de cuarenta horas semanales que, como ha subrayado en reiteradas ocasiones, permanece sin cambios durante casi un siglo.
El Ministerio presentará en las próximas semanas un informe de un grupo de expertos para avanzar en una redistribución más flexible de los periodos laborales, tanto desde el ámbito de la empresa como de los empleados, que permita maximizar la productividad al tiempo que supone una mejora de la calidad de vida de los trabajadores. Es decir, que tengan también algo que decir en torno a cómo se organiza su jornada y que sea compatible con los tiempos de ocio y conciliación.
El proyecto sigue adelante y se presentará en las próximas semanas, como avanzó el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, a principios de mes, a pesar de que el proyecto piloto impulsado por el Gobierno para la reducción de la jornada laboral –manteniendo sueldo- solo ha recibido la solicitud de 41 compañías y afectará a un total de 503 trabajadores. De hecho, del presupuesto consignado de 9,6 millones solo se ha concedido un total de 2,83 millones, un 29,3%.
«Hay que reducir la jornada, sin reducción salarial»
«Ha llegado el momento de cambiar esa jornada laboral que nos acompaña desde hace un siglo. Hay que reducir la jornada, sin reducción salarial«, instó la vicepresidenta segunda justamente el 1 de Mayo. “Toca, ahora sí, decirle a los trabajadores y trabajadoras que hay que hablar del tiempo libre, para tener también vidas dignas”, subrayó Díaz.
La aspiración de la vicepresidenta de sacar adelante este proyecto –está incluido en el pacto de legislatura con el PSOE- choca con dos frentes: por un lado, el temporal, ya que queda menos de medio año de legislatura para una reforma de gran calado para el mercado laboral; por otro, el del diálogo social, ya que los empresarios muestran sus reservas a que esta norma vaya a salir adelante. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, llegó a calificar de «debate para ganar elecciones» todo lo relacionado con la modificación de la jornada laboral.
El proyecto piloto del Ministerio de Industria publicó la convocatoria para la concesión de ayudas el mes pasado, enfocado, por su carácter experimental, a las compañías industriales “para conseguir una suficiente representatividad estadística que permita obtener conclusiones basadas en datos que puedan posteriormente escalarse al resto de la economía”.
Entre los requisitos para obtener la ayuda, la reducción de, al menos, el 10% de la jornada a tiempo completo, el mantenimiento durante dos años de la misma y haber sido negociadas con los representantes de los trabajadores, entre otros.
Sin embargo, los requisitos no parecen haber atraído a demasiadas compañías, ya que dos tercios del presupuesto destinado no se han concedido. «Este primer programa piloto demuestra que las empresas están abiertas a una nueva forma de organizar sus jornadas, con reducciones del tiempo de trabajo sin afectar a los salarios y mejorando sus resultados empresariales: todos ganan, pymes y trabajadores«, valoró el titular de Industria, Héctor Gómez, en declaraciones recogidas en un comunicado.
Ahora bien, la aspiración de Díaz siempre ha sido más abierta: no tan centrada en el número de horas o días, como la mayoría de las propuestas que se han traído al debate, sino más enfocadas en cómo flexibilizar las jornadas para adaptarlas a la vida de hoy en día. Especialmente, enfocadas a la conciliación, tanto de la familia como del descanso. Es por eso que contemplará medidas para adaptar o concentrar los horarios, bolsas de horas o, de igual manera que existen los planes de igualdad, planes de mejora de usos del tiempo.