Yolanda Díaz siente «fracaso» por no haber logrado transmitir la reforma laboral a sus aliados
Dice que le "apena" y "entristece" que el debate de la reforma laboral se sitúa en el campo de los "intereses personales y rivalidades partidistas", mientras el PP afirma que Díaz "llegó como líder los piquetes y hoy está al frente de la Troika"
Pena, tristeza y fracaso. Esto es lo que ha dicho este jueves sentir la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por no haber logrado sumar a la convalidación de la que considera la reforma más importante de la legislatura, la reforma laboral, a los aliados del Gobierno (ERC, PNV y Bildu), enrocados en el ‘no‘ a la reforma por quedarse muy debajo de sus pretensiones.
Así se ha expresado Yolanda Díaz desde la tribuna del Congreso para defender la reforma estrella de la legislatura, que ha llegado al Pleno del Congreso para su convalidación, viable con la ‘vía Ciudadanos’ y los grupos minoritarios, pero con el bloque de investidura ‘tocado’ por la negativa de los aliados principales del Gobierno a apoyarla. El Gobierno ha atado la reforma la ‘vía Ciudadanos’ más los grupos minoritarios, al sumarse PDeCAT y UPN.
«No lo he logrado, pese a hablar con muchas de sus señorías, no he conseguido hablar del contenido de la norma, no he logrado trasladar lo que conlleva este real decreto-ley», ha admitido Díaz al no haber llegado a trasladar puntos de la norma como la ultraactividad, la prioridad del convenio sectorial o la lucha contra la precariedad, reconociendo así su fracaso en su intento hasta el último minuto de sumar a los aliados, señalando a la vez que solo ha escuchado «proyectos personales, humo, maquillaje y decir desde el PP que se trataba de una norma insignificante».
Aunque Díaz ha reivindicado su trabajo para lograr un pacto del «diálogo social», agradeciendo el esfuerzo de los agentes sociales su trabajo de nueve meses de «discusiones y entendimiento» hasta cerrar el acuerdo, con los líderes sindicales Pepe Álvarez y Unai Sordo presentes en el Pleno, ha admitido su incapacidad para traer a los aliados nacionalistas al ‘sí’ a la reforma laboral.
«Me entristece que se sitúe en el campo de las rivalidades partidistas»
«Me entristece que una norma que creo que es la más importante de esta legislatura se sustancia en debates superficiales que no ayudan a superar el descrédito de la política, me apena que el debate se sitúe en el campo de las rivalidades partidistas, me entristece«, ha lamentado, cargando también contra los «intereses particulares» de las formaciones que se han decantado por el ‘no’ a la norma.
También ha citado a Concepción Arenal al señalar que «las fuerzas que se asocian para el bien, no se suman se multiplican», con el fin de elogiar el consenso de los partidos que sí apoyan la norma, una postura que ha defendido a ultranza al señalar que «si una norma contiene avance, hay que votara favor».
En este punto, ha querido poner en la encrucijada a los aliados que rechazan respaldar la norma al señalar que lo que se vota es «decir sí o no al modelo fracasado del PP. Sí o no a un trabajo decente«, para repasar a continuación las veleidades del texto normativo, que entró en vigor ya el pasado 30 de diciembre.
Repasa el contenido de la reforma: «Refuerza la democracia»
Según Díaz, la norma «refuerza la democracia» y pone fin a la «ominosa ley» anterior del PP de 2012. La norma recupera la ultraactividad indefinida de los convenios colectivos y a su juicio «tan sólo este precepto justificaría el voto afirmativo», ya que supone decir a los trabajadores de Endesa, el metal de Cádiz y miles de trabajadores que «hasta aquí hemos llegado» al poner fin a los «convenios colectivos afectados de muerte súbita» y permitir negociar condiciones, cuando hasta ahora el convenio podría caer y dejar al sector percibiendo el SMI o sin garantías laborales.
También ha indicado que la nueva normativa deroga la prioridad de los convenios de empresa, lo que supone «acabar con el instrumento más pernicioso articulado por el PP para bajar el salario de las personas trabajadoras», así como regular la subcontratación, de forma que trabajadores de la limpieza, seguridad, de los call-center o de empresas auxiliares puedan optar a contrato indefinido, aunque trabaje nene una empresa que presta servicios a otra.
«España constituye la gran anomalía de la UE por sus inusitadas cifras de temporalidad»; ha recalcado una vez más para destacar que la reforma laboral pone coto a la temporalidad abusiva. «La norma ha venido a transformar por completo un paradigma de nuestras relaciones laborales. La contratación indefinida será la norma en nuestro país», ha apostillado.
El PP: «Llegó como líder de los piquetes y para los suyos está al frente de la Troika»
A lo largo del debate Yolanda Díaz ha dedicado buena parte de su intervención a cargar contra el PP y su reforma laboral de 2012, enzarzándose con la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, a quien ha llegado a tildar tanto a ella como al partido de Pablo Casado de «antisistemas», por decir que las actuaciones de la Inspección de Trabajo contra las explotaciones agrarias rozan el delito.
Gamarra ha empezado su intervención en el debate comentando que veía «nerviosa y poco segura de sí misma» a la vicepresidenta por «haber traicionado a los suyos», ya que «llegó como líder de los piquetes y hoy para todo ellos está al frente de la Troika».
Asimismo, ha señalado que van a «convalidar la reforma laboral del PP» votando que ‘no’ a la norma del Gobierno de coalición por estar «en las antípodas conceptuales», una afirmación que a posteriori a recogido Díaz para decir que coincidía en que la nueva reforma es contraria a la del «modelo fracasado de relaciones laborales del PP».
Ambas han enumerado una retahíla de cifras para defender sus respectivas reformas laborales. Gamarra ha defendido que la reforma de 2012 permitió crear medio millón de empleos entre 2014 y 2018, con cinco años creando 1.400 empleos al día. «132.000 pymes. 265.000 autónomos crearon negocios y 2,8 millones de personas encontraron empleos, incluyendo 1,3 millones de mujeres y 230.000 jóvenes. También se redujeron en 615.400 los hogares con todos sus miembros en paro», ha enfatizado, defendiendo también que la norma del PP introdujo la figura de los ERTE.
En contraposición, Díaz ha apuntado que la tas de paro llegó al mayor nivel de la historia con el PP, el 27%, con 6,278 millones de desempleados y la tasa de paro juvenil alcanzó el 56%, al tiempo que la tasa de temporalidad subió cinco puntos, mientras que ahora los primeros pasos de la nueva reforma han permitido alcanzar máximo de contratos indefinidos, en enero, con un 15%, y 238.672 contratos fijos nuevos.
La vicepresidenta ha afirmado que la «definición moderna de los ERTE» fue con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y ha comparado los 36.000 trabajadores en acogidos a ERTE con el PP frente a los 3,6 millones y más de 550.000 empresas salvadas durante la pandemia.