Salida del ‘Acuerdo de París’ y renuncia al H2Med: las medidas más complejas que Vox y Sumar pedirán a sus socios

Las dos muletas que PSOE o PP necesitarán para gobernar, en caso de no obtener mayorías absolutas, llevan en sus programas algunas medidas energéticas que difícilmente podrán ser negociadas

Yolanda Díaz y Teresa Ribera

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Todas las cartas están sobre la mesa. Los principales partidos con opción de gobierno, así como sus aliados políticos, han presentado sus programas electorales. El problema es que las peticiones de unos y las realidades de otros no casan del todo bien. Habrá que ver hasta dónde están dispuestos PSOE y PP a ceder antes sus socios.

Pese a los mensajes y los eslóganes de campaña, las únicas dos opciones reales de gobierno en España quedan en manos de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. También es que cierto que, como es probable que ninguna tenga mayoría absoluta, cualquiera de los dos tendrá que pactar. A la izquierda con Sumar, o la derecha con Vox.  

Y éstos, como presión legítima emanada de sus programas, llevarán a cabo las presiones necesarias. El problema es que algunas de las medidas que plantean están fuera de la órbita tanto de PSOE como de PP. O, al menos, nunca han llevado a cabo valoraciones tan extremas en esos asuntos relacionados con el ámbito energético. 

En el caso de la formación de Yolanda Díaz, una de sus medidas choca frontalmente con lo que ha venido promocionando desde hace meses en materia de hidrógeno la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. En concreto, Sumar explica en su programa que revisarán «la actual hoja de ruta del hidrógeno evitando procesos especulativos como el H2Med». 

El choque es frontal porque el Ejecutivo ha hecho una defensa a ultranza de este ‘tubo’ que conectará Portugal, España y Francia para tener un corredor de hidrógeno ‘verde’ a pleno funcionamiento a partir de 2030. 

Otro punto tiene que ver con el gas. Desde sumar entiende que esta tecnología, desde ya mismo, no debe ser considerada una tecnología de respaldo para el sistema eléctrico. Sin embargo, tal y como ha contado ECONOMÍA DIGITAL, el actual Gobierno mantiene el gas natural con una presencia esencial dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). 

Vox contra el mundo 

Por lo que respecta a la formación comandada por Santiago Abascal, sus desparrames negacionistas le llevan a tener grandes mantras como abandonar «toda norma climática impuesta por las élites globalistas que afecte gravemente al interés de los españoles». En este sentido, desde Vox son muy directos y aseguran que pedirán abandonar todos los acuerdos lesivos para la soberanía energética de España y en detrimento del interés nacional, como el ‘Acuerdo de París’

Esta situación en ningún caso podría ser apoyada por el Partido Popular. Las principales potencias asumen que las medidas para revertir la actual emergencia climática pasan por tener grandes consensos internacional. Y Feijóo no puede exponerse a negar las evidencias científicas. 

De igual manera, hay otra de las propuestas que lleva Vox en su programa que sería de difícil cumplimiento por parte del PP (y el PSOE tampoco estaría muy de acuerdo). Se trata de poner cerco definitivo a las puertas giratorias. Algo impensable.  

Una vez que llegase a la Moncloa el Partido Popular, empresas como Red Eléctrica o Enagás tendrían nuevos órganos de gobierno corporativo. Esto siempre ha sido así, y así seguirá estando.

Raúl Masa

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