Europa limita la venta de viviendas: el requisito que habrá que cumplir a partir de esta fecha
Las exigencias para que los edificios públicos y residenciales sean cero emisiones en 2050 eleva las calificaciones energéticas de las obras nuevas
Para llegar a la meta de la neutralidad climática el Parlamento Europeo dictaminó que para el 2030 todas las viviendas tendrán una calificación energética mínima de letra E, y tres años después subirá a la categoría D.
Así se precisa en la nueva Directiva de Eficiencia Energética de la Edificación, que también contempla la figura del edificio cero emisiones y la puesta en marcha del Pasaporte de Renovación Energética para proyectar las obras de rehabilitación.
Europa limita la venta de viviendas: el requisito que habrá que cumplir a partir de esta fecha
Este proyecto tendrá que pasar por un trámite legislativo que demorará entre dos y tres años hasta que entre en vigor. Pero hasta ese entonces el Parlamento insta a los estados miembros a que garantice que los edificios de nueva construcción tengan un consumo neutral de energía.
Según precisó el eurodiputado socialista Marcos Ros a Idealista, esta medida se alinea con los objetivos del Pacto Verde Europeo, que busca alcanzar una reducción del 55% en los gases efecto invernadero, para llegar a las emisiones cero en 2050.
Apuesta por la eficiencia energética
Este eurodiputado apuntó que la normativa premiará a los propietarios “que apuesten por la eficiencia energética”, donde tanto los compradores y vendedores valorarán cada vez más la sostenibilidad en los edificios.
Para que los edificios lleguen a los niveles de sostenibilidad que pregona la UE el 85% necesitarán ser rehabilitados
Uno de los escenarios futuros es que habrá que cumplir con las medidas anti contaminación, “lo que obligará a continuas rehabilitaciones y mantenimientos de los edificios”, precisa Peio Mendia, consejero del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (CGCAFE).
Los objetivos de la UE son ambiciosos: se plantea que el 85% de los edificios necesitarán esa rehabilitación para llegar a los niveles de emisiones neutras en 2050.
Es un panorama complicado, teniendo en cuenta que las viviendas y edificios de Europa son responsables del 40% del consumo energético en la Unión, y generan el 36% de las emisiones.
Cero emisiones
La normativa europea contempla que desde el 1 de enero de 2026 todos los edificios públicos de nueva construcción tienen que ser cero emisiones, y para dos años más tarde, esta ley se extenderá a los inmuebles residenciales y no residenciales.
En el caso de los públicos, desde esa fecha tienen que tener una clasificación energética mínima E, que para el 2030 será de D.
En tanto en los privados residenciales desde el 1 de enero de 2030 contarán con una clasificación mínima de letra E, y para tres años más tarde, se llegará a la categoría D.
Sanciones y subvenciones
El proyecto no contempla sanciones para los que no cumplan con estas exigencias energéticas, pero los estados serán los que definan los compromisos que se deben cumplir para compensar.
Para emprender obras de reformas las comunidades de vecinos tienen que incurrir en gastos de toda clase, lo que no puede ser asumido por todos.
Desde la UE se contempla una serie de figuras como las hipotecas verdes, subvenciones y préstamos con condiciones especiales; aunque todavía no hay precisión sobre cómo se gestionarán y la cuantía de estas ayudas.
Por lo pronto, desde la Unión hay tres líneas de financiamiento que son los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Next Generation), el Fondo Europeo de Desarrollo regional (Feder) y el Fondo Social para el Clima.
Las viviendas españolas bajo la lupa
Actualmente el 80% del parque de viviendas español tiene la calificación energética E, F o G, lo que se podría calificar como ineficiente, precisa el Green Building Council España.
En algunos casos, como el País Vasco, Canarias o Baleares este índice es del 84% al 85%. Como recuerda la directora general de esta organización a Idealista, Dolores Huerta, más de la mitad de las viviendas en España fueron construidas antes de 1980, antes de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación.
Para Mendia, es “muy difícil, casi imposible” llegar a los objetivos marcados por la UE para el 2030 debido a la ausencia de una concienciación social, la escasez de empresas de rehabilitación y la falta de un calendario establecido por la administración pública.